
Pollença es una localidad turística de la Isla de Mallorca, de pocos habitantes, que cuenta con historias de fenicios, cartagineses, árabes romanos… y otras más. Pero, para mucha gente este lugar remite a una canción que comenzó a difundirse a principios de los ochenta con la firma de María Celina Parrondo. No fue una canción “romántica” más, como dijo Sandra Mihanovich “sirvió para que las mujeres se amaran más”.
Su autora, conocida con el nombre artístico de Marilina Ross, insinúa en la letra una historia de amor entre dos mujeres, en las playas de Pollença. En una entrevista reciente contó que la canción fue escrita para regalársela a una persona con la que había vivido una experiencia amorosa, pero no pensaba grabarla. Fue Sandra Mihanovich quien la llevó al disco.
Cuando la canción empezó a difundirse comercialmente, eran todavía tiempos de dictadura militar en la Argentina, Marilina Ross volvía del exilio, había sido amenazada por la Triple A, y sólo cantaba en salas del circuito Off. Su identidad artística debió esconderse en el nombre verdadero, para que la canción no fuera censurada en los medios, ya que circulaban “listas negras” de cantantes prohibidos.
A pesar de todo esto, la canción fue convirtiéndose en un verdadero himno a favor de la libertad de las minorías sexuales que comenzaban a transgredir lo instituido y a luchar por su derecho a la libertad.
El año pasado subieron al escenario Marilina Ros, Sandra Mihanovich, Patricia Sosa, Julia Zenko, Claudia Puyó y el maestro Ángel Mahler para rendirle tributo.
Compartimos el video de ese momento, filmado desde el público.