El “Manifiesto por la Unión”, que acaba de firmar un grupo
de intelectuales europeos, asegura que “Europa no está en crisis sino que se
está muriendo”, estragada por muchos "ismos” de la que han hecho gala durante años la clase política continental,
los empresarios que la sostienen y muchos ciudadanos que todavía mantienen sus
privilegios.
El documento lleva las firmas de escritores y pensadores del mundo académico.
Entre los firmantes están la búlgara-francesa Julia
Kristeva, el italiano Umberto Eco, el anglo-paquistaní Salman Rushdie, el
francés Bernard-Henry Lévy, el español Juan Luis Cebrián, el alemán Hans
Christoph Buch, el húngaro Gyorgy Konrad, el greco-francés Vassili Alexakis, el
italiano Claudio Magris, el español Fernando Savater, el portugués Antonio Lobo
Antunes y el alemán Peter Schneider, entre otros.
Alarmados por la situación sociopolítica del continente y
frente a la inacción o al ensimismamiento de muchos de sus colegas, este grupo
-que recuerda vagamente al mítico documento firmado en París durante los `60 a
causa de la guerra de Argelia- decidió reunirse y publicar el manifiesto en el
diario El País de Madrid, epicentro de una situación crítica fenomenal.
La Europa actual, “se deshace en Atenas, una de sus cunas,
en medio de la indiferencia y el cinismo de sus naciones hermanas: hubo un
tiempo, el del movimiento filohelénico de principios del siglo XIX (...) en el
que todos los artistas, poetas, grandes mentes de Europa, volaban en su auxilio
y militaban en favor de su libertad”.
“Hoy estamos lejos de eso; y da la impresión de que los
herederos de aquellos grandes europeos, mientras los helenos libran una nueva
batalla contra otra forma de decadencia y sujeción, no tienen nada mejor que
hacer que reprenderles, estigmatizarlos, despreciarlos y -con el plan de rigor impuesto
como programa de austeridad, que se les conmina a seguir- despojarles del
principio de soberanía que, hace tanto tiempo, inventaron ellos mismos”, dice
el documento que será presentado el lunes próximo en París.
"Europa no está en crisis, está muriéndose. No Europa
como territorio, naturalmente. Sino Europa como Idea. Europa como sueño y como
proyecto", subraya el grupo de escritores, ensayistas, semiólogos,
etcétera, testigos de cómo durante los últimos veinte años, la
socialdemocracia, para aplastar el crecimiento homeopático de la derecha,
arriaba sus banderas y hasta financiaba a la ultraderecha, que hoy es una de
las fuerzas más poderosas del Viejo Mundo.
Así las cosas, dicen, “ya no queda otra opción: o la unión
política o la muerte. Una muerte que podría adoptar muchas formas y dar varios
rodeos”. Si no se hace algo, “Europa saldrá de la historia, desaparecerá”.