La reunión se realizó en el segundo piso de La Mirage, donde
está el despacho de la ministra de Innovación y Cultura de la provincia de
Santa Fe. Fue el 8 de febrero de este año, ya era pública la carta a la
comunidad santafesina de los 60 trabajadores de la cultura que fueron
cesanteados a principios de este año. Ana Laura Retamoso, una de las trabajadoras
que participó de esa reunión nos brindó detalles de lo conversado.
Ana Laura es una joven que fue coordinadora en
El Molino, junto a otros trabajadores y
trabajadoras de la cultura. Lo hicieron durante más de un año. A lo largo de su
desempeño sufrieron desprolijidades administrativas en la remuneración de sus
haberes, pero no por ello dejó de ponerle pasión a la actividad que como
docente llevaba adelante en ese espacio. A fin de año le llegó la confirmación
de una noticia que ya flotaba en el aire, tanto ella como otros compañeros de
El Molino, pero también de La Redonda serían reemplazados por pasantes.
A partir de ese momento, los cesanteados dieron a conocer a
través de una “carta a la comunidad” que circuló por las redes sociales la
situación que estaban atravesando. También iniciaron una presentación judicial
patrocinada por el abogado Domingo Rondina. Sin embargo, lo más importante fue
mantenerse unidos y seguir reclamando a viva voz para ser escuchados por
quienes tienen responsabilidades políticas. No podían entender que las
políticas culturales de este gobierno, que en más de una ocasión mencionó en sus
discursos que el dinero destinado a cultura era una inversión y no un gasto,
ahora se diera de bruces con la realidad.
Después de mucho deambular, pudieron conseguir que la
ministra María de los Ángeles González los atendiera personalmente. “Fuimos
unos pocos al despacho de la ministra, pero lo hicimos en representación de los
sesenta despedidos”, nos cuenta Ana Laura. “Confiábamos que la ´Chiqui´ que nos
conocía y era quien trazaba las líneas de trabajo iba a entendernos. Nos
recibió muy amablemente y dijo que estaba al tanto de lo ocurrido, que incluso
leía el facebook donde hacíamos los reclamos. Sin embargo, siguió diciendo que
nuestra situación se debió a un mal entendido, un error en la comunicación al
no explicársenos con claridad que la relación iba a ser temporaria.”
Ana Laura, mencionó que le respondieron a la ministra que este
error en la comunicación no existió, porque “cuando fuimos convocados se nos
solicitó la presentación de currículos para trabajar como docentes, no como pasantes
o para capacitarnos. Ejercimos como Docentes Coordinadores de Espacios Lúdicos,
y en el área de producción de materiales, así nos llamaban. Si nos hubieran
dicho que se trataban de pasantías, muchos de nosotros no hubiéramos aceptados
porque tenemos posibilidades de trabajar dignamente.”
Ana Laura agrega: “le comentamos a la Ministra también que
nuestro derrotero laboral fue muy desprolijo, ya que en un primer momento nos
hicieron facturar por nuestra actividad como si fuéramos monotributistas, como
no todos estábamos inscriptos en esa categoría impositiva, nos sugirieron que
buscáramos facturas de terceros y las presentáramos para poder cobrar. Le
explicamos que esto fue durante los primeros tiempos, pero en junio de 2011 se
nos comunicó que nos asignaron ´horas culturales´, horas docentes del
Ministerio de Educación que nos ubicaban como interinos, teniendo así los
beneficios y obligaciones salariales de ´ser docentes´: antigüedad, aportes
jubilatorios, obra social, descuentos por los días de paro docente, aumentos,
incentivo... Y que en ese momento autoridades del Ministerio de Innovación y
Cultura nos dijeron que fue en beneficio nuestro, ya que era una forma ´digna´
de pagarnos por nuestro trabajo. Creímos que era así, hasta que inesperadamente
en marzo de 2012 fuimos reunidos por el Secretario de Producciones, Industrias
y Servicios Culturales, Pedro Cantini, quien nos informó que nuestra función en
el espacio no era la de trabajadores, sino que estábamos siendo capacitados y
por consiguiente nuestro ´proceso de aprendizaje´ culminaría en un período
determinado. Pasando en limpio, perdíamos nuestra fuente de trabajo. Esta
noticia nos defraudó, enojó, e indignó, ya que siempre se supo que deberíamos
irnos, solo que ´olvidaron´ comunicárnoslo."
Ana Laura Retamoso, mencionó que la ministra les dijo que la
separación de los dos ministerios, el de Cultura y el de Educación, estaba provocando
algunos reacomodamientos y recortes presupuestarios, pero mucho más no agregó. En
su despacho estuvo acompañada en todo momento por Federico Crisalle. Ella lo
presentó como su amigo y fue el encargado de llevar adelante la mayor parte de
la conversación. Esto nos extrañó mucho porque una de las características de la
´Chiqui´ es su locuacidad, pero lo aceptamos como parte de las reglas del
juego. Después de la reunión, nos enteramos que su amigo era abogado y provenía del Gabinete
Joven donde se había desempañado como coordinador técnico.”
Los Coordinadores cesanteados habían ido con muchas
expectativas a la reunión y salieron decepcionados ya que la ministra en persona les
dijo que no había marcha atrás y que lo único que podía prometerle era la
realización de un escalafón interno para ser convocados en próximas actividades,
se estaba por realizar ´La Plaza de la Casa´ y quizás los convocaran para
trabajar allí. No fue así, de ninguna manera.
Ana Laura nos cuenta que la entrevista en La Mirage terminó
con una recomendación que no lograron entender, “ya que nos dijo que si íbamos
a hacer manifestaciones o actos de protesta que fuéramos discretos. Parece que les
importa mucho más cuidar su imagen que dar respuestas a nuestros a derechos.”
LA VIDA COTIDIANA EN LOS ESPACIOS
La Fábrica Cultural El molino fue inaugurada el domingo 19
de diciembre de 2010; La Redonda, el
miércoles 29. En ambos casos la apertura contó con la presencia del gobernador
de aquel entonces, Hermes Binner. Fueron las dos obras más
importantes encaradas por el Ministerio de Innovación y Cultura en al ciudad de
Santa Fe, con un costo millonario para su concreción se las presentó como
emblemas del Bicentenario. Después de
décadas de abandono, dos íconos de la ciudad recuperaron visibilidad, uno en boulevard y
otro en Salvador del Carril, “abriendo espacio a la Santa Fe profunda” como le
gustaba señalar a la ministra González.
Elisa Aquatti, otra de las Coordinadoras que fue dejada
cesante, nos comentó: “todos nos habíamos sentido muy identificados con el
proyecto cultural de los dos espacios, la poética que tenían, el espíritu con
el que se quería trabajar. Por ejemplo,
el lugar en donde yo estuve, ´La Redonda´, fue pensado en base al concepto de arte
y vida cotidiana. Sin embargo, en nuestra cotidiana labor se daban situaciones
difíciles, porque a la par de enterarnos de la precariedad laboral que íbamos
teniendo, nos hacían competir entre los compañeros de trabajo, nombrando a algunos
de nosotros como ´coordinadores generales´ que debían calificarnos como si
fueran nuestros empleadores, y nos preguntábamos en función de qué parámetros lo
tenían que hacer. Esto generó un clima de individualismo y delaciones de unos a
otros. De hecho, fuimos despedidos sesenta trabajadores, pero han quedado unos
pocos que continúan, no llegan a diez, suponemos que han caído en gracia de los
funcionarios por esa misión que se les encargó. Tan tensa fue la situación que
vivimos en esos espacios que cuando empezamos a organizar reuniones para poder
cuidar nuestros derechos, teníamos que hacerlo a escondidas para que no se
enteraran nuestros supervisores y directivos.”
De todos modos, Elisa dice que la propuesta de los dos espacios era en teoría muy interesante, que hubiera podido profundizarse más y que de alguna manera se siente
defraudada porque el trato que tuvieron con ellos no se corresponde al ideario que
se plantean en los discursos públicos. También menciona que
algo que siempre le generó ruido fue la diferencia de las políticas culturales
hacia los dos espacios, menospreciando a ´La Redonda´ porque estaba fuera de
los boulevares y era más barrial.
A poco de andar, los trabajadores cesanteados se encontraron
con la solidaridad de algunas organizaciones sindicales. José Testoni,
secretario general de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA Santa Fe)
respaldó los reclamos de los trabajadores y trabajadoras El Molino y La Redonda,
y declaró que “Se repite el trágico proceso que se padeció con miles de
ferroviarios y molineros. Nuevamente la historia de dos edificios emblemáticos
de la ciudad de Santa Fe, que algunos desconocen u olvidan, se pretende
escribir sin los trabajadores. Esos edificios, que fueran en el siglo pasado
lugares donde miles de santafesinos se desempeñaban como ferroviarios o
molineros, repiten su trágico proceso de ser pensados al margen de los que los
construyen cotidianamente. Nosotros desde la Central de los Trabajadores de la
Argentina exigimos una mesa sindical que represente a los trabajadores cesados”.
LA INDISCRECIÓN DE LAS PROTESTAS
El Grupo de Coordinadores cesados de El Molino y La Redonda,
cansados de esperar una respuesta que no llega, emprendieron un plan de
acciones que probablemente sean vistas como bastante indiscretas, parafraseando
la recomendación de la ministra. El pasado viernes 22, a las 11:00, hicieron
una presentación pública de los documentos en los que solicitan la continuidad
laboral y el pago de vacaciones, ya que se les negó la posibilidad del cobro
del mismo queriéndolos hacer firmar una nota donde asumieran el cese de su
trabajo. Fue frente al edificio de La Mirage, dependencia del Ministerio de
Innovación y Culutra. El sábado 23 a las 09:00 el Grupo de Coordinadores se
hizo presente en la multisectorial que se reúne en el Birri para hacer escuchar
su situación y buscar apoyo de las organizaciones políticas, sociales y artísticas
que conforman este agrupamiento.
La próxima apuesta a favor de hacerse escuchar, será hoy
domingo 24 a las 18:00 en el Molino, cuando este espacio reabre sus
actividades. Será una manifestación abierta, convocando a la comunidad
santafesina a concurrir para apoyar los reclamos. Los Coordinadores lo harán
identificados con el color amarillo, ellos aseguran que “el color amarillo se asocia
con la parte intelectual de la mente y la expresión de nuestros pensamientos. Es
por lo tanto, el poder de discernir y discriminar, la memoria y las ideas
claras. También ayuda a ser organizado, a asimilar las ideas innovadoras y
aporta la habilidad de ver y comprender los diferentes puntos de vista.”
Lo que los organizadores de esta movilización se olvidaron
de recordar es el mal presagio que en la historia del teatro tiene ese color. Moliere
murió a poco de estrenar “El enfermo imaginario”, estaba todo vestido de amarillo.
Desde ese entonces actores y actrices han tratado de evitar ese color. Forma
parte de las cábalas y supersticiones que conviven en el mundo del teatro.
Quienes han transitado esos ambientes lo saben muy bien. Seguramente, también
forma parte de los códigos teatrales que María de los Ángeles González, la
´Chiqui”, conoció cuando comenzó a dar sus primeros pasos como actriz, cuando era tan joven como estos coordinadores que reclaman. Mucho antes de ser funcionaria.
Daniel Dussex - Revista "eh! Agenda Urbana"