Es una coincidencia, hace 83 años nacía Estela Carlotto y un
22 de octubre pero más acá en el tiempo, se formaba Abuelas de Plaza de Mayo. Nacieron
hace 35 años, durante la dictadura, para buscar a sus nietos apropiados por la
represión. “Ocupamos el lugar de mujeres”, dice su presidenta, Estela de
Carlotto, para agregar que esa lucha todavía está vigente.
La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de
Carlotto, repasó la historia de la organización de derechos humanos que lucha por
recuperar la identidad de las personas que fueron apropiadas durante la última
dictadura cívico militar.
“Es una lucha con dolor pero cuando uno trabaja y hace
cosas, se soporta. Somos muy alegres las Abuelas; tenemos siempre ganas de
festejar un nacimiento o un hecho especial de nosotras y del grupo que nos
acompaña”, dijo Estela en declaraciones a CN23.
“Los dictadores, los genocidas y civiles cómplices de ellos,
creyeron que nunca íbamos a mover un dedo por nuestros hijos y nietos por miedo.
Y como la vida de la madre está ligada al hijo desde la concepción, se
equivocaron de medio a medio porque salimos, estuvimos presentes y vamos a
seguir”, agregó.
¿Qué lugar ocupa la institución en la sociedad?
–Ocupamos el lugar de mujeres. Las que hemos salido siempre
fuimos mujeres, en su mayoría. En Madres, en Familiares, también. Pero no hubo
exclusión, sino intención de proteger a nuestros hombres para que no
desaparecieran. A nosotras siempre nos consideraron inferiores, y el machismo
de las fuerzas armadas y de seguridad es increíble, nos dejaron caminar. Cuando
se dieron cuenta de nuestra lucha era tarde para callarnos. También ocupamos el
lugar de madres que, desde el amor hacia los hijos y nietos que no tiene límites
ni fechas, nunca olvida ni cesa. Siempre ejercimos ese amor, en paz y con
respeto. Por eso cuando se habla de nuestra lucha no se habla de rencor ni de
odio, sino de la necesidad ineludible de Justicia. Esto pasó acá y afectó a
toda la Argentina.
¿Creció la participación de la sociedad en la búsqueda de Abuelas?
–Claro. Tuvimos la libertad de la democracia, de poder
expresarnos; la convocatoria del Estado para volcar y difundir nuestra lucha
desde sus arcas a través de la educación; la posibilidad de contar nuestra
historia a través del arte también, muestras, fotos, películas; la presencia de
nuestra búsqueda en los medios de comunicación comprometidos con este tema…
todo eso hizo que la última década fuera muy fructífera y de mucha posibilidad de
concientizar a la población de que lo que contamos nosotras existió y que nos
tienen que ayudar. Nuestra institución crece día a día. Los espacios físicos ya
no nos alcanzan para albergar a los que colaboran con nosotros en las
diferentes disciplinas. Porque no nos quedamos encasilladas y también queremos
contribuir a que se erradiquen del país las violaciones a todos los derechos
humanos.
¿Cuáles fueron los principales pasos que dio Abuelas durante este año?
–Lo más importante que nos pasa y nos pasó, año tras año, es
el encuentro de nietos. En cada uno de ellos se cumple el objetivo de nuestra
institución: devolverles su identidad, su vínculo familiar, su historia
verdadera. El triunfo de la verdad sobre la mentira y un paso más en el
desbaratamiento del plan sistemático de la dictadura. Si pasa un año que no
encontramos ningún chico es como que nos preocupa, nos duele…
¿Fue un punto de inflexión en los 35 años de camino recorrido el fallo
por el plan sistemático del robo de bebés?
–Fue una larga historia esa lucha. En el ’96 nosotras
pedimos a la Justicia que tome el delito de robo de bebés durante la dictadura
como lo que creíamos que era: un plan sistemático, premeditado y preparado de
los militares para quedarse con los hijos de nuestros hijos que nacían en
cautiverio. Se dice que la Justicia es lenta y verdaderamente lo es. Recién
este año reconoció en un juicio oral y público que existió ese plan y condenó a
quienes consideró responsables. Lo emblemático de la condena fueron los 50 años
a Videla. Que estos personajes que tienen cara de piedra, porque realmente es
espeluznante ver la falta de humanidad que tienen, hayan sido condenados nos da
un motivo para festejar.
¿Cómo viven las novedades en el caso Herrera de Noble y el tratamiento
que mediáticamente se hizo y se hace del tema?
–Lo más importante que nos interesa destacar es que cuando
nosotras buscamos, buscamos nietos. Bebés que fueron robados por quienes son verdaderos
delincuentes. En este caso o en cualquier otro, no nos importa si el apellido
es Herrera de Noble o Pérez. Lo que nos interesa son los nietos, saber cómo
están. En el marco de una denuncia que realizamos nació un juicio, como
cualquier otro juicio, que provoca una reacción mediática de este grupo, una
guerra con la Justicia para querer imponer un accionar ilícito. Finalmente, la
confrontación de los perfiles genéticos de los chicos (Marcela y Felipe Herrera
de Noble) con los del Banco Nacional de Datos Genéticos arrojó como resultado
que no puede decirse, con esos elementos, que son hijos de desaparecidos. La
sospecha persiste, pero no está probada. Se consiguió que los estudios de ambos
quedaran alojados en el banco para que tal vez, en el futuro, pueda aparecer
alguien que los reclame como familiar.
(Fuente: Pagina 12, Tiempo
Argentino, CN 23)