El lanzamiento se realizó en la colmada sala Juan L.
Ortiz, donde se dieron cita el titular
de la Biblioteca, Horacio González; Álvarez, uno de los principales promotores
culturales de los 60 y 70 en el país; y Edelmiro Molinari, guitarrista del
emblemático grupo Almendra que supo editar en sus días de productor
discográfico en la convulsionada Buenos Aires natal.
La aparición de esta colección "significa hacer lo de
siempre, tratar de aportar algo a la cultura argentina", dijo Jorge Álvarez,
su creador, que con 81 años -apenas dos desde que regresó al país tras un
exilio de 34 años en España-, lanzó las "Obras completas" de Germán
Rozenmacher (1936-1971) y "Tres historias pringlenses" de César Aira.
La elección de los autores que publica ahora la Biblioteca
Nacional no fue fortuita, Rozenmacher fue el hombre con el que Álvarez inauguró
su sello editor en 1963, marcando el rumbo -osado para la época, y
vanguardista- que desarrollaría hasta su exilio en plena dictadura militar.
"Cuando inicié mi editorial dependía sólo de mí, pero
esta colección tuvo el respaldo de la Biblioteca Nacional y entonces pude hacer
emprendimientos más difíciles, sólidos y que llevará más tiempo", afirmó Álvarez
en un tono cálido que mezcla con la cadencia que le dejaron tres décadas en
España, adonde también dejó una huella ineludible.
"Con apoyo y dinero para hacer las cosas muy bien
quedan tomos como los que tengo entre mis manos, 900 páginas con la obra completa
de Rozenmacher", dijo el responsable de un legado que incluye la edición
de obras emblemáticas como "Artaud", el sexto álbum de Almendra,
grupo que lideraba Luis Alberto Spinetta.
Se trata de una merecida publicación, porque, "pobre,
Rozenmacher tuvo una infancia desgraciada; una muerte infeliz por culpa de una
estufa que no funcionaba bien; y con 30 y pico de años escribió obras
excelentes, cuentos maravillosos, se transformó en un muy buen periodista y
sobre todo habló sobre ser judío en Argentina de una forma que yo admiro, con
cariño".
La edición suma cuentos, obras de teatro, guiones de TV y
artículos periodísticos de Rozenmacher, retomando la marca que había dejado con
`Cabecita negra` -relato de percepción de época: burguesía acorralada vs desborde
popular- que devino hito editorial con dos tiradas agotadas en poco más de un
año, a pesar de lo ignoto de su autor.
"Aira responde a una razón sencilla -continuó Alvarez-,
no lo había leído en mi vida y enterado de su existencia leí 15 novelas suyas;
es un escritor potente y poderoso así que lo llamé, le dije que quería editar
un libro suyo que fuera una síntesis de otros, me dijo `te quedarás con las
ganas`, le pregunté que me iba a dar entonces y me contestó: `Te voy a dar tres
cuentos inéditos`".
Alvarez creó los míticos sellos Mandioca y Microfón
-conocido como Talent-, con los que descubrió a Vox Dei, Tanguito, Pappo`s
Blues, Miguel Abuelo o Moris y grabó álbumes emblemáticos como
"Artaud", de Almendra, y "Pequeñas anécdotas sobre las instituciones",
de Sui Generis.
David Viñas, Manuel Puig, Rodolfo Walsh, Félix Luna, Marta
Lynch, Leopoldo Torre Nilsson y Quino fueron algunos de los nombres que pasaron
por la editorial que llevó su nombre desde 1963.
Luego creó "De la Flor" con Daniel Divinsky,
nombre tomado de la exclamación de la desaparecida Pirí Lugones, nieta de
Leopoldo, cuando escuchaba el proyecto: "Entonces lo que ustedes quieren
es una flor de editorial", había dicho ese 1967 cuando escuchaba sus
intensiones.
El exilio llegó en 1977 cuando lo acusaron de contestatario
pero no el silencio, durante sus 34 años en España -regresó a Argentina en
2011- creó los exitosos grupos pop Mecano y Olé Olé, de venta masiva en los 80;
y luego produjo a Joaquín Sabina y a Manolo Tena.