Testigos del incidente relataron a Télam que cuando el
arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, intentó comenzar la liturgia de
conmemoración, de la que participaban representantes de la comunidad judía y
otras iglesias cristianas, un grupo ultra conservador se puso de pie y comenzó
a rezar a los gritos para impedir la ceremonia.
Los manifestantes repartieron volantes en los que exigían:
"fuera adoradores de dioses falsos del templo santo" y advertían:
"los pastores que llevan a los hombres a confundir el dios verdadero con
dioses falsos son lobos".
Varios de los presentes en la ceremonia forcejearon con los
integrantes de ese grupo para que se retiren de la Catedral, cosa que hicieron
cuando ingresaron al templo efectivos de la Policía Federal.
El titular de la Delegación de Instituciones Israelitas
Argentinas (DAIA), Julio Schlosser, que participaba de la ceremonia, repudió
enfáticamente lo ocurrido.
"Venimos trabajando por una comunidad en la que todos
podamos vivir en paz", afirmó el dirigente al canal C5N al cuestionar esas
actitudes filonazis que ofendieron a "sobrevivientes de la Shoá"
(Holocausto) que estaban en el templo y a toda la comunidad judía.
En ese grupo había "tres sacerdotes por lo menos",
dijo, que ingresaron antes de las 19 y que él pudo ver mientras estaba sentado
junto al nuncio apostólico, monseñor Emil Paul Tscherrig.
"Es grave, mucho más grave que una noticia
periodística", afirmó Schlosser, que instó a "rechazar y
repudiar" este tipo de expresiones y agradeció las palabras de desagravio
cuando Poli dijo "hermanos judíos, esta es su casa, su presencia no
profana nada".
Schlosser confió en que la sociedad argentina dará a estos
"inadaptados, sembradores de odio, la respuesta que se merecen".
El titular de la DAIA destacó el "carácter amplio de la
Iglesia Católica, la Iglesia del papa Francisco", a quien dijo haber
visitado en Roma, y manifestó su certeza de que esa iglesia "no va a
permitir más actos de este tipo".
"Venimos trabajando por una comunidad en la que todos
podamos vivir en paz",
Julio Schlosser, titular de la DAIA "Es muy grave, no
puede quedar así, ésto debe servirnos de aviso porque más allá de que
recordamos la Noche de los Cristales" rotos, la Shoá comenzó "mucho
antes, con panfletos como estos", en alusión a los que distribuyeron en la
Catedral.
Monseñor Poli y el rabino Abraham Skorka, rector del
Seminario Rabínico Latinoamericano, estuvieron a cargo del acto litúrgico,
organizado por la Comisión de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso y la B-nai
B-rith Argentina, en el que se leyeron textos condenatorios del genocidio.
Entre los religiosos de diversas confesiones también
estuvieron los pastores David Calvo
(Iglesia Luterana Unida), Ester Iglesias (Iglesia de los Discípulos de Cristo),
Sergio López (Iglesia Dinamarquesa) y Mariel Pons (Iglesia Evangélica
Metodista).
Durante la ceremonia, hubo un momento de silencio para que
"se reconozcan otros silencios anteriores" que permitieron el
exterminio y rezos, también en hebreo.
La Noche de los Cristales Rotos refiere lo ocurrido del 9 al
10 de noviembre de 1938, cuando miembros de las SA (Sturmabteilung), tropas de
asalto hitlerianas, asolaron vecindarios judíos en Alemania y Austria,
destrozaron escaparates de comercios, entraron a casas y asesinaron a muchos de
sus ocupantes.
(Fuente: ANT)