El cantante explicó por qué juntó a tres ex Redonditos en
"La pajarita pechiblanca", canción incluida en "Pajaritos bravos
muchachitos", y habló de su deseo de tocar en lugares más chicos y con
mayor frecuencia. Carlos “el Indio” Solari habló sobre el nuevo trabajo,
“Pajaritos bravos muchachitos”, sobre la reunión con casi todos sus compañeros
en Los Redonditos de Ricota y de sus aislados (y masivos) shows en vivo.
En su nuevo disco, el Indio Solari canta una canción
compuesta y tocada por los ex Redonditos Sergio Dawi, Daniel “Semilla”
Bucciarelli y Walter Sidotti. El tema se llama “La pajarita pechiblanca”. No
está obviamente Skay, con quien las diferencias parecen infranqueables. Sobre
eso, el cantante explicó: “Se me ocurrió que ya había llegado el momento. Yo
los hubiera invitado en el primer disco, lo que no quería era que se
considerara una reunión de los Redondos, por eso les pedí que ellos compusieran
el tema”.
Solari también se justificó por sus esporádicas apariciones
en vivo. “Tengo un problema en un disco y cada vez que hago un vivo me tengo
que tomar dos Diclofenac antes, si no tocaríamos cinco o seis veces por año en
lugar de dos o tres”.
“La jarana de la década del 70 me pasa factura por eso toco
poco”, sostuvo. Y completó: “Si quisiéramos, podríamos tocar en el Luna Park
eternamente, hasta que el público se canse”.
Sobre la chance de tocar en lugares más chicos, el cantante
tiró un par de frases que pueden
prestarse para la polémica. “Extraño los teatros, los pubs, pero todo es parte
de un juego de la imaginación. El público mío no es muy respetuoso. No se
respeta un cartel de sold out: van igual y quieren entrar sin entradas. Es
chichonero”.
El músico subrayó que “un artista recibe emociones y las
transmite”, al hablar del cuarto disco desde que se apoya en la banda Los
Fundamentalistas del Aire Acondicionado.
El ex líder de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota
rompió su silencio (se había prometido no volver a hablar con la prensa luego
de que sus declaraciones fueron “sacadas de contexto” tiempo atrás), y lo
justificó en una “cábala” que tiene con Mario Pergolini, quien lo entrevistó
antes de la edición de cada uno de sus discos.
“Un artista lo que hace es recibir emociones y las
transmite, las mezcla, las bate, las agita y las vuelve a poner”, planteó
Solari cuando se le preguntó por el proceso compositivo.
El “Indio” aseguró que esa técnica es ahora “más compleja”
que la que empleaba al frente de los Redondos, donde todo “era bastante más
simple, porque era una banda de rock”, mientras que ahora se interesa en
“salirse de los géneros, incluir instrumentos extraños, texturas. Casi todos
los discos míos han sido complejos”.
“En el momento de la composición, independientemente de lo
que quieras decir, las emociones que te abarcan a veces no son festivas ni
alegres, sino más bien todo lo contrario”, agregó.
Además, reveló que está en “una etapa” de su vida en la que
no tiene “mucho más que aportar que no sean canciones”.
Asimismo, contó los pormenores de haber incluido en el álbum
una canción firmada por los ex Redonditos de Ricota Semilla, Sergio Dawi y
Walter Sidotti: “Se me ocurrió que ya había llegado el momento, por mí los
hubiera invitado en el primer disco”, dijo, aunque aclaró: “No quería que se
considerara una reunión de los Redondos, por eso les pedí que ellos compusieran
el tema”.
Al referirse a las listas de temas que toca en cada show en
vivo, manifestó: “Lo que yo toco son todas mis canciones, los temas no son de
los Redonditos, son míos. No hay una sola canción que no sea mía. Yo toco todas
mis canciones. No puedo tocar todo del último material. Pero con Los Redondos
hicimos como diez discos y míos tenía tres hasta ahora, entonces hay muchos
temas de Los Redondos que disfruto hacer con esta banda porque suena bárbaro.
Pero no hay ninguna puta canción que no sea mía, entonces tengo derecho a
usarlas en el momento que quiero”.
Siempre sobre las presentaciones en vivo, admitió que tiene
que “tomar dos Diclofenac” y que si no fuera así tocaría “por lo menos cinco o
seis veces por año”.
A ello se suma que su público “no es de los más respetuosos,
que se les dice que el show está ‘sold out’ y no van. Son chichoneros, van
igual, se ponen a bailar enfrente, y es peligroso, porque estamos hablando de
miles de personas. Es una batalla grosa. Me gustaría también tocar en un
teatro, pero se hace muy difícil, yo no puedo hacerlo”.
Sobre la presentación de meses atrás en Mendoza, remarcó que
“fue el show más significativo por la cantidad de gente, pero el más
desprolijo” de su vida por las condiciones climáticas que debió enfrentar,
incluso con caída de “aguanieve. Ahí arriba fue bravo”.
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