¿De qué hablamos o cuando hablamos del Parque Alberdi o del
Centro Park? Es la pregunta de un vecino que se acercó con su escrito tratando
de esclarecer algunos tópicos que evalúa las argumentaciones que se ponen de relieve
para justificar la obra privada.
Hace varios días que todos los que estamos interesados de
una u otra manera en este tema, entramos en una vorágine de opiniones y
acciones cruzadas, a las apuradas, con las motosierras amenazando y un grupo de
jóvenes chupando frío y haciendo el “aguante” en carpa abajo de los árboles que
todavía quedan y en pleno del invierno.
En medio de semejante stress, hoy pensé si no era momento de
parar la pelota, dar un paso atrás, y sentarse a pensar en definitiva de que
estamos hablando con todo esto.
Primero quiero decir que lo que voy a dejar de lado por
completo, es el tema de “los arbolitos”, que si bien para muchos tiene su
importancia, debo reconocer que mi formación técnica y pragmática hace que le
preste relativamente poca atención a esa cuestión, por eso mi análisis va a
correr por otro lado.
La manía de cuantificar las cosas que tengo me hizo
preguntar, ¿cuánto de solución es?, porque en definitiva, toda la información
que publica el municipio que desde hace dos años anticipando el proyecto, no
tiene a la vista pública otros datos concretos mas allá del proyecto mismo de
la obra.
Papel, lápiz y plano en mano me puse a sacar cuentas.
En la zona de micro y macro centro de Santa Fe, tomadas
desde Gral. López, hasta Boulevard y desde Urquiza hasta Rivadavia, hay
aproximadamente unas 275 cuadras habilitadas para el estacionamiento público en
las calles, todos en zona medida. Considerando 15 vehículos por cuadra, podemos
decir que en el sector público puro hay en total unas 4200 dársenas para
estacionamiento vehicular.
SI a esto le sumamos unas 27 cocheras privadas de alquiler
por hora (son las que pude contar, tal vez sean bastante más) con un promedio
conservador de unos 50 autos cada una (algunas disponen de más de 100 plazas)
podemos estimar en este ítem unas 1300 dársenas adicionales.
Si agregamos las dársenas disponibles para uso libre en la
zona portuaria, tendríamos que agregar unas 800 plazas más.
Si sumamos todas las dársenas disponibles en la zona
céntrica podemos estimar que la capacidad total de estacionamiento, en un
cálculo conservador, es de al MENOS 6300 VEHÍCULOS.
Ahora bien, el municipio nos habla de la imperiosa necesidad
de retirar vehículos de la calle, de ordenar el tránsito, disminuir la
polución, etc., y que para ello es imprescindible ceder un espacio público,
nada menos que una plaza, para explotación privada, como única salida para
realizar esta obra de “imperiosa necesidad” para la ciudad.
Pues bien, Parking Alberdi, agregaría unas 300 dársenas de
estacionamiento a la zona céntrica, MENOS DEL 5% DEL TOTAL DE DÁRSENAS YA
DISPONIBLES.
Las preguntas entonces deben ser las siguientes:
Desde el punto de vista de la utilidad pública ¿Se justifica
que los santafesinos cedamos por 30 años parte de nuestro patrimonio
urbanístico, y nada menos que una plaza arbolada, para darle al centro solo un
5% más de capacidad de estacionamiento?
Desde lo jurídico ¿Se justifica para esto tener que pasar
por encima del ordenamiento jurídico existente, teniendo que forzar la sanción
complejas ordenanzas para darle un mañado sustento legal?
Desde la perspectiva ciudadana ¿Se justifica tan pequeño
beneficio desencadenar semejante bolonqui social?
Visto desde el punto de vista político ¿Se justifica
semejante erosión del capital político de nuestros representantes,
particularmente del Sr. Intendente?
Para colmo, esta “mejora”, cuantificada en números, no va a
cambiar sustancialmente la situación de hecho del tránsito en el microcentro,
con lo cual será necesario otro “emprendimiento” similar, y luego otro, y luego
otro, sin solución de continuidad, hasta que nos quedemos sin plazas, sin
parques, sin árboles y con la ciudad atestadas de autos apilados en el centro.
Sigo pensando, y realmente no le encuentro sentido a esta
ridícula situación.
Pero si hay algo que no me entra en la cabeza, es como estas
cosas no son evidentes a simple vista para los administradores de la “cosa
pública”, y me refiero al Intendente, a los concejales, a los secretarios de
estado, al Colegio de Arquitectos, a las entidades intermedias, etc. etc., al
punto tal que aparece un “grupo empresario” con un proyecto de “iniciativa
privada” como este, y sin más que más, se lo aprueban de un plumazo con mínima
difusión pública. Tan mínima fue la oportuna difusión pública, que ni bien la
gente empezó a enterarse, terminamos en despelotes como el que tenemos hoy en
día.
Todo por tan solo un 5% más de cocheras en pleno centro.
No quiero pensar mal, porque no tengo pruebas. Pero hay
cosas que de verdad no se entienden a menos que pensemos mal."
eh! Agenda Urbana