La aparición del inédito más importante del escritor chileno
fue anunciado por el sello Seix Barral, coincidiendo con el 110 aniversario de
su nacimiento, y el 90 aniversario de la publicación de "Veinte poemas de
amor y una canción desesperada", informaron voceros de la filial argentina
de la editorial.
Los poemas han sido hallados en unas cajas que contenían los
manuscritos de las obras del poeta, durante una revisión exhaustiva por parte
de la Biblioteca de la Fundación Pablo Neruda, bajo la dirección de Darío Oses,
en la que se comprobó que algunos poemas manuscritos de extraordinaria calidad
no se habían incluido en las obras publicadas correspondientes a cada caja.
La enorme relevancia de este hallazgo reside en que los
poemas encontrados fueron escritos con posterioridad a Canto general (1950), en
la época de madurez del bardo y sólo hubo dos inéditos previos: El río
invisible (1980), que incluía poesía y prosa de juventud y sus poemas de
adolescencias, Cuadernos de Temuco (1996).
La certificación de la autoría de estos más de veinte
poemas, los convierte en el mayor hallazgo de las letras hispanas en los
últimos años, un acontecimiento literario de importancia universal.
Un fragmento de un poema del libro que saldrá en la
Argentina, entre noviembre y diciembre de este año dice lo siguiente:
Reposa tu pura cadera
y el arco de flechas mojadas
extiende en la noche
los pétalos que forman tu forma
que suban tus piernas
de arcilla el silencio y su clara escalera
peldaño a peldaño
volando conmigo en el sueño
yo siento que
asciendes entonces al árbol sombrío que canta en la sombra
Oscura es la noche del
mundo sin ti amada mía,
y apenas diviso el
origen, apenas comprendo el idioma,
con dificultades
descifro las hojas de los eucaliptos.
(Fragmento de un poema sin título, escrito en 1964, el año
en que aparece Memorial de Isla Negra, la gran recapitulación poética
autobiográfica de Pablo Neruda al cumplir sesenta años. Este poema fue
encontrado en la Caja 52, que contiene materiales muy diversos. Los originales
son mecanografiados, no se encontró una versión manuscrita).
El crítico español Pere Gimferrer, implicado en el rescate
de estos materiales señaló que revelan "el poderío imaginativo, la
desbordante plenitud expresiva y el mismo don, el apasionamiento erótico o
amatorio que para la invectiva, la sátira o el mínimo detalle cotidiano
convertido en poema".
"Es decir, por igual el Neruda de Odas elementales y el
Neruda de La Barcalora, el de Memorial de Isla Negra e incluso el de
Extravagario, apuntó.