La denuncia de la AFIP contra Procter & Gamble por sobrefacturar
importaciones y la suspensión preventiva del CUIT y del registro de
compraventa de mercaderías al exterior, en lo que es la primera multa a una
multinacional por este tema, sería sólo la punta del iceberg.
Según la información por el diario BAE, entre las
compañías involucradas hay varias multinacionales con décadas de presencia en
el país, incluídos otros gigantes del consumo masivo. También, según
confirmaron desde el Gobierno, hay empresas de electrodomésticos y otros
sectores más específicos.
La investigación a la entidad que importa los productos de las marcas Gillete, Pampers, Duracell, Pantene y Ariel, tiene en carpeta una nómina de unas 15 compañías que realizaron maniobras similares.
Los resultados de ese estudio se mantienen en secreto, pero
en el último mes, la AFIP radicó más de una docena de denuncias en distintos
juzgados en lo Penal Económico contra varias compañías por el mismo presunto
delito de contrabando agravado.
Las denuncias son por sobrefacturación de importaciones y
por subfacturación de exportaciones, dos clásicas maniobras para hacerse de
dólares fuera del país en períodos de control de divisas. Con la regulación cambiaria, en los últimos tres años la práctica volvió a
generalizarse.
En el caso de P&G, según comunicó la AFIP, la
denuncia penal fue por “fraude fiscal relacionado a operaciones de importación
desde Brasil que eran facturadas a través de una filial radicada en Suiza por
138 millones de dólares”, maniobra a través de la cual fugó divisas a sus
firmas del exterior y que “podría constituir contrabando agravado”. Además, el
equipo de Sanchez encontró una diferencia de u$s19 millones entre los valores
FOB totales de las Declaraciones Juradas Anticipadas, algunas de las cuales
fueron usadas más de una vez, y destinaciones de importación asociadas a esos
instrumentos.
La Justicia no tendría posibilidad técnica de tirar estas denuncias abajo. El análisis de los intercambios de P&G se hizo en base a
unas 2.608 operaciones de las partidas arancelarias navajas y maquinas de
afeitar, preparaciones capilares y pañales y demás artículos higiénicos. Estos
productos importados que se “sobrefacturaron” corresponderían a la excusa de
incluir en el precio “royalties” y demás “gastos intercompanies” de publicidad
y administración. Por eso, la AFIP le suspendió preventivamente el CUIT y la
excluyó del registro de importadores y exportadores.
P&G, es el tercer principal anunciante publicitario en
medios de comunicación, después del Estado nacional y de Unilever, y
comercializa en la Argentina productos de la afeitadora Gillete, los pañales
Pampers, las pilas Duracell, las cremas Pantene y el suavizante Ariel, entre
otros
Las empresas dicen que las prácticas fueron por ordenes de
las casas matrices
Los directivos de algunas de las compañías denunciadas
argumentaron frente a funcionarios que la orden de realizar este tipo de
maniobras proviene de las casas matrices, con la excusa de que así podrían
girar divisas. Desde el Gobierno apuntaron que los directivos están acusados
penalmente.
Pero desde las compañías dicen que es por instrucción de las
casas matrices, ya que se los empezaron a pedir por las dificultades de enviar
regalías al exterior. La excusa, según apuntaron desde el Gobierno, no los
exime de ser denunciados por contrabando agravado.
Desde la Aduana encontraron documentos que respaldan la
denuncia en Argentina, Brasil, Perú, Estados Unidos y la Unión Europea, y son
de empresas de consumo masivo, electrodomésticos y otros sectores más
específicos.