El Gobierno calificó como "hecho histórico" la
inclusión en documento final del G-20 del tema fondos buitre en donde se explicita no dificultar las reestructuraciones de deudas soberanas de los países.
El ministro de Economía, Axel Kicillof, y el canciller
Héctor Timerman calificaron como "un hecho histórico" a la decisión
del Grupo de los 20 (G-20) de incluir en el documento final de la cumbre de
Brisbane la cuestión de los fondos buitre y la necesidad de fortalecer los
procesos de reestructuración de deudas soberanas.
En un contacto mantenido con la prensa en el Centro de
Convenciones de esta ciudad australiana, al finalizar las deliberaciones de la
Cumbre, Kicillof manifestó que en la delegación argentina se encuentran
"extremadamente conformes porque la cuestión quedó reflejada en el
documento final", y en un anexo en el que se reconoció la
"litigiosidad" que representa el planteo de los fondos buitre y
"la necesidad de otorgarle "previsibilidad" a los procesos de
deuda soberana.
"Por primera vez en la historia del G-20 la cuestión de
la reestructuración de deudas soberanas fue planteada en el comunicado
final", dijo el titular del Palacio de Hacienda.
"En el cuerpo del comunicado se habla de deuda soberana
y después en un anexo, donde se abunda en la cuestión, queda en claro el tema
de la litigiosidad, que es un eufemismo para referirse a los fondos buitre
porque son ellos los que entran en litigio para el cobro de deuda
soberana", agregó.
El documento final -de tres páginas- habla en el punto 12,
sobre un total de 21, de la importancia de contar con "procesos de
reestructuración de deuda soberana ordenados y previsibles".
En el anexo, en tanto, bajo el título "Temas de Acción
Futura", refiere a la "litigiosidad" desatada a partir de la
acción de los fondos buitre y ante la necesidad de "dar
previsibilidad" a las procesos de reestructuración de deuda.
"Damos la bienvenida al trabajo internacional sobre el
fortalecimiento de las cláusulas de acción colectiva y pari passu" y
alentamos a la "comunidad internacional y al sector privado a que
promuevan activamente su utilización", resalta el documento.
Además, pide a "los Ministros de Finanzas y Presidentes
de Banco Centrales (de los países miembro) que discutan el progreso alcanzado
en este tema y en temas relacionados".
En la discusión previa del comunicado final algunos países
pretendían la inclusión del FMI como organismo a cargo del tema, posición que
quedó de lado ante el consenso mayoritario de que en la discusión fluyan las
distintas alternativas que puedan existir para solucionar el tema.
Timerman, por su parte, dijo que el documento final
significó "un resultado impresionante" para la lucha que viene
llevando adelante el país en el tema de los fondos buitre y la necesidad de dar
previsibilidad a los procesos de reestructuración de deuda.
El canciller, tras señalar que la solución del tema no será
un proceso de corto plazo, sostuvo que "fue interesante ver a los lideres
de varios países hablar de los fondos buitre dentro del G-20. No hablaban de
grupos financieros, decían fondos buitre".
Timerman viaja hoy a Nueva York, donde mantendrá una serie de encuentros relacionados con la
discusión que impulsan Argentina y el G77+China para la creación de un marco
legal para la reestructuración de deuda en el seno de las Naciones Unidas.
Por su parte, Kicillof, al brindar detalles sobre las
sesiones de trabajo del G-20, dijo que "la situación argentina en términos
de los ataques de los fondos buitre fueron planteadas abiertamente por muchos
de los presidentes y comentada por el FMI" en la sesión de trabajo en la
que se abordó la cuestión financiera internacional.
El ministro de Economía, tras repetir que en la delegación
argentina "estamos tremendamente conformes", señaló que
"Argentina realizó la denuncia del accionar de los fondos buitre y esto es
algo que debe ser tomado por los líderes de los países porque lo cierto es que
el límite a los especuladores, a todo lo que es finanza poco transparente, o
las llamadas guaridas o paraísos fiscales, debe ser una preocupación permanente
del G-20".
Kicillof subrayó que "el caso de la Argentina ha
cambiado ya la historia de las emisiones de duda soberana", debido a que
en las nuevas colocaciones "se están buscando cláusulas antibuitres".
A renglón seguido, el ministro insistió en que "no
alcanza sólo con la modificación de los contratos a futuro por razones obvias,
no solo por la cuestión argentina, sino porque hay un trillón de dólares de
deuda en bonos con la cláusula pari pasu" y si algunos de los países
emisores entra en reestructuración o default, "va a tener el mismo
problema" que nuestro país.
(Télam)