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Edificio de la Secretaría de Inteligencia |
Por Felipe Yapur
Como se preveía, la sesión no iba a resultar extensa y mucho
menos peleada. En todo caso, el calor y el (luego frustrado) show mediático se
daba unos metros más allá del recinto del Senado, en el Salón Azul, donde la
oposición desarrollaba lo que habían denominado Audiencia Ciudadana. Así, los senadores del Frente para la Victoria (FPV) aprobaron la reforma a
la Ley de Inteligencia, que incluye la creación de la Agencia Federal de
Inteligencia (AFI), con 38 votos a favor y apenas siete en contra que aportó el
peronismo disidente. El texto normativo, que incluyó nuevas modificaciones,
comenzará a ser debatido hoy por la mañana en la Cámara de Diputados, donde el oficialismo
planificó darle sanción definitiva el próximo miércoles 25 de febrero.
El bloque del FPV tenía que conseguir el quórum. Lo logró 15
minutos después de la hora pactada (las 14), con la sorpresiva ayuda del
peronista disidente Jorge Garramuño (Tierra del Fuego) quien, a diferencia del
resto de sus compañeros del interbloque del peronismo disidente, se sentó en la
banca. Sus colegas bajaron al recinto cuando el vicepresidente Amado Boudou
anunció el comienzo del debate.
La discusión de la reforma de la Ley de Inteligencia, que
incluye la disolución de la Secretaría de Inteligencia y la creación de la AFI,
no escapó al cimbronazo que produjo la muerte del fiscal Alberto Nisman. De
hecho, la puntana Liliana Negre de Alonso pidió que el cuerpo realizara un
minuto de silencio en homenaje al fallecido fiscal. El bloque del FPV, a través
de su presidente, Miguel Ángel Pichetto, se sumó a iniciativa. Un gesto que
luego sería reconocido y agradecido por la jueza Sandra Arroyo Salgado, cuando
habló ante la audiencia organizada por la oposición.
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Se introdujeron reformas solicitadas al proyecto de Ley |
Pasado ese momento, Marcelo Fuentes, a la sazón presidente
de la comisión de Asuntos Constitucionales, buscó darle un contexto político
histórico al devenir de las agencias de inteligencia, el uso y abuso que se les
dispensó y la necesidad de contar "con una inteligencia nacional acorde a
los desafíos geopolíticos que hoy el mundo ofrece a la inserción de la
Argentina". En el aspecto histórico, el senador recordó que las políticas
de seguridad e inteligencia en los países de América Latina de los años setenta
estaban directamente influidas y determinadas por "el Consenso de
Washington, la Doctrina de la Seguridad Nacional y, sobre todo, la tristemente
célebre Escuela de las Américas, en Panamá, que establecen la globalización de
un criterio de contra insurgencia en la inteligencia de los Estados
subordinados a ese esquema". Todas, políticas que la democracia argentina
buscó contrarrestar con las sanciones de las leyes de defensa nacional,
seguridad interior y la de inteligencia.
Sobre la necesidad de reformar la actual norma de
inteligencia, Fuentes señaló que el cambio de contexto mundial, donde la
Argentina ganó en estos últimos 12 años un fuerte posicionamiento, la ha
colocado como objeto de ataques a partir de los recursos naturales que posee,
sobre todo el petróleo y, en ese contexto, dijo, se inscriben los ataques que
recibe el país desde los fondos buitre que intentan hacer colapsar la
reestructuración de la deuda.
El senador no se olvidó del caso Nisman, pero lo ató a la
investigación del atentado a la AMIA y a los intereses y agencias de
inteligencia extranjeras que se movieron alrededor para evitar que se avance en
el esclarecimiento del caso, y puso énfasis sobre los intentos para hacer caer
el Memorándum de Entendimiento con la República de Irán.
En cuanto a la norma, Fuentes dijo que se busca terminar con
algunas desviaciones que había sufrido la ex SIDE, como "la investigación
criminal" que permitió la generación de"un sistema de vinculación
espurio entre magistrados, fiscales y agentes de inteligencia. Y el segundo
canal era a través de la injerencia de la inteligencia estratégica militar en
las cuestiones que hacen a la seguridad interior." Todo esto es lo que
cambia con la nueva ley porque se dedicarán a "la producción de
información para la prevención de delitos federales complejos, terrorismo,
trata de personas, tráfico de armas, narcotráfico, delito informático,
criminalística, criminalidad económica y financiera, y atentados contra los
poderes públicos y el orden constitucional".
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El nuevo proyecto pasará ahora a Diputados |
Pichetto volvió a hablar hacia el final de la sesión. El
jefe del bloque del FPV reconoció la deuda de la política con la investigación
de los atentados a la AMIA y la Embajada de Israel, pero también cuestionó la
denuncia de Nisman contra la presidenta, de cuya lectura destacó "las
escuchas patéticas de personajes lamentables y patéticos". La referencia
era sobre Luis D'Elía y Jorge Alejandro "Yussuf" Khalil, a quienes
caracterizó como "personajes que rondan la periferia y que no tienen ningún
valor desde el punto de vista del compromiso de un gobierno que ha tenido
decisión permanente de buscar la verdad y de lograr que esta causa se
esclarezca".