Los sustentos de apartar a Agustín Edwards, hombre fuerte de
la prensa chilena, fueron su rol como periodista y director de un medio en el marco
de la conspiración, con recursos de Estados Unidos, para derrocar al Presidente
Salvador Allende.
El Tribunal Regional de Ética y Disciplina del Consejo Metropolitano del Colegio de Periodistas de Chile, presidido por Doris Jiménez, informó formalmente a la mesa directiva nacional su decisión de acoger el requerimiento que un grupo de colegiados, con el patrocinio del abogado Luis Cuello, presentó en noviembre de 2014 solicitando la expulsión del dueño de El Mercurio, Agustín Edwards Eastman.
El Tribunal Regional de Ética y Disciplina del Consejo Metropolitano del Colegio de Periodistas de Chile, presidido por Doris Jiménez, informó formalmente a la mesa directiva nacional su decisión de acoger el requerimiento que un grupo de colegiados, con el patrocinio del abogado Luis Cuello, presentó en noviembre de 2014 solicitando la expulsión del dueño de El Mercurio, Agustín Edwards Eastman.
La decisión, calificada de
“histórica” por la presidenta del Colegio Javiera Olivares, se sustenta en el
desempeño que Edwards tuvo a principios de los años 70 como periodista y dueño
de El Mercurio, figura bajo la cual recibió fondos de la Agencia Central de
Inteligencia (CIA) de Estados Unidos con el fin de desestabilizar mediante
operaciones comunicacionales al gobierno de Salvador Allende Gossens. Sus acciones propiciaron el golpe de Estado
que las Fuerzas Armadas llevaron a cabo el 11 de septiembre de 1973.
A estos hechos se agregó su rol
en abril de 1987 como director del mismo medio a raíz de la visita del Papa
Juan Pablo II, ocasión en que El Mercurio se prestó para un montaje de los
organismos de seguridad del Estado para legitimar la detención y posterior
tortura de Iván Barra Stuckrath y Jorge
Jaña Obregón. El mecanismo fue publicar
sus fotografías bajo el título “Identificados violentistas del PC en el Parque
O’Higgins”, en complicidad con el gobierno de la época.
“Esto es un paso muy importante para nuestro
colegio. Indica que a estas alturas de
nuestra democracia un organismo colegiado como el nuestro, que defiende la
democracia, no está dispuesto a tener integrantes que hayan cometido actos con
los cuales se hicieron cómplices de momentos tan oscuros para Chile. De tortura, detención y de muerte” expresó
Olivares al comunicar la decisión.
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Javiera Olivares explicando la decisión a la prensa |
La presentación en contra de
Agustín Edwards fue realizada por diversos colegiados, quienes además integran
la mesa directiva nacional: la presidenta Javiera Olivares, el primer
vicepresidente Patricio Martínez, el segundo vicepresidente Patricio Segura, el
tesorero Igor Mora, la secretaria general Vanessa Sabioncello, la consejera
nacional Evelyn Miller y el colegiado Marco Gallardo. A ellos se sumaron la presidenta de la
Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos Alicia Lira Matus y la
presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos Lorena
Pizarro.
A partir del momento de su
notificación, Agustín Edwards tiene 10 días para apelar ante el Tribunal
Nacional de Ética y Disciplina, cuya resolución podrá ser apelada ante la Corte
de Apelaciones respectiva. Sin embargo,
en general en dicha instancia se han confirmado las decisiones definitivas
adoptadas por el Colegio de Periodistas.
“EL MERCURIO MIENTE”, UNA FRASE CON HISTORIA
«El Mercurio miente» es una frase
popularizada en Chile para señalar que el periódico, de marcada tendencia
conservadora, desinformaba. Fue acuñada el 11 de agosto de 1967 cuando, en
medio de la reforma universitaria de la Pontificia Universidad Católica de
Chile, un grupo de estudiantes de esa universidad colgaron un lienzo en su casa
central, ubicada en Santiago de Chile, con la frase «Chileno: El Mercurio
miente», en respuesta a los ataques que el periódico había realizado al
movimiento estudiantil, calificándolo como "una nueva y audaz maniobra del
marxismo entorno a la democracia".