La Bonaerense disparo balas de
goma, gas pimienta y gases lacrimógenos ante una protesta de trabajadores en La Plata.
La Policía Bonaerense reprimió
con balas de goma, gas pimienta y gases lacrimógenos una manifestación de
trabajadores de la Municipalidad de La Plata, donde miles de empleados
precarizados fueron cesanteados en los últimos días. Las marcas de las postas
sobre las espaldas de los manifestantes –una veintena terminaron heridos–
dejaron en evidencia los disparos a personas que se dispersaban. El intendente
macrista Julio Garro reivindicó la represión, criminalizó a los manifestantes
al afirmar que “vinieron con palos y piedras a atacar a los policías” y
justificó los despidos en masa al caracterizar a los cesanteados como “puestos
políticos y empleados de papel”. El secretario del municipio Javier Mor Roig
apuntó que “no era ideal la represión”, pero “la situación lo ameritó”.
“Resulta inadmisible que la respuesta del gobierno a las protestas ante
decisiones que afectan el trabajo de miles de personas se centre en el uso de
la violencia estatal”, señaló el CELS, y advirtió que los despidos se dan “en
un clima de estigmatización del empleo público, amedrentamiento y con denuncias
de persecución ideológica, sin canales de negociación efectivos con referentes
sindicales o sociales”. El bloque de diputados del Frente para la Victoria
repudió la represión, pidió la interpelación del ministro de Seguridad,
Cristian Ritondo, y les reclamó a la gobernadora María Eugenia Vidal y al
propio Garro que “reflexionen y se comprometan al diálogo con los distintos
sectores afectados”. Ritondo afirmó anoche que “no existió instrucción alguna
desde la esfera política ni policial que ordenara la actuación de la Infantería
en el lugar”, subrayó que la presencia de la Infantería “tenía como único
objetivo impedir el ingreso violento de activistas políticos que se aprovechan
de un contexto de protesta por medidas administrativas municipales” y agregó
que se investigará el desempeño de los responsables del operativo.
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Trabajadora atacada por la espalda con balas de goma |
La movilización comenzó pasadas
las diez cuando más de un centenar de ex empleados cortaron el tránsito en
calle 12 entre 51 y 53. Según la versión PRO, que Garro difundió por Twitter,
“un grupo de 200 individuos se presentó frente a la municipalidad con claras
intencionalidades políticas” (sic) y “en menos de 20 minutos se organizaron y
apedrearon a los efectivos policiales que estaban custodiando los ingresos al
Palacio”. El intendente difundió fotos que muestran a dos hombres y una mujer
tirando piedras para afirmar que fueron “los que incentivaron estos
disturbios”, y los caracterizó como “punteros de la vieja política”. “Los que
tiraron piedras no eran empleados municipales. Hubo infiltrados, conozco a la
mayoría de los empleados”, declaró Ana María, una de las heridas, a QM
noticias. “Eramos compañeros de trabajo hasta que llegó gente que no
conocíamos”, dijo. “Me tiraron por la espalda, las mujeres fuimos las primeras
reprimidas. Sentí un estallido en la espalda y empecé a sentir ardor y dolor.
La policía ni se acercó cuando estaba en el piso”, contó desde el hospital, con
nueve disparos de balas de goma en el lomo. “No soy ñoqui, nunca lo fui.
Trabajo para darles de comer a mis hijos y este hijo de puta del intendente lo
único que hace es jugar con el plato de comida de todos nuestros hijos”,
advirtió.
La represión comenzó cuando un
grupo de manifestantes pidió ingresar a la municipalidad con un petitorio,
informó el CELS. La policía respondió con gases y balas de goma al aire, y
cuando los trabajadores comenzaron a alejarse “dispararon a corta distancia al
cuerpo”. Al menos veinte heridos con sangre en sus espaldas evidencian que “se
les disparó por detrás” y la cantidad de impactos “señala un uso altamente
lesivo de estas municiones”, advirtió. El portal Letra P informó que la orden
de reprimir partió del jefe departamental de Coordinación platense, comisario
inspector Darío Cameini, que la ejecutó el jefe del Distrito Centro, Carlos
Gandolfi, y recordó que ambos tienen como honorable antecedente la represión a
trabajadores de prensa despedidos del diario Hoy en octubre de 2014.
“Las autoridades políticas del
municipio no garantizaron una negociación como vía de solución del conflicto;
ningún funcionario se hizo presente en la sede municipal para recibir el
petitorio. En lugar de eso respaldaron la intervención violenta de las fuerzas
de seguridad”, señaló el CELS. El organismo destacó el contexto de despidos
arbitrarios en todos los niveles del Estado que afectan las fuentes de trabajo
de miles de personas y pidió que “se garantice el derecho a la protesta, se dé
marcha atrás en los despidos masivos sin alternativa laboral y se inicien
investigaciones administrativas y judiciales sobre la actuación policial”.
(Fuente: Página 12)
(Fuente: Página 12)