Con la llegada de grandes marcas internacionales, peligra la
permanencia de los pequeños y medianos productores locales.
Por Ana Paula Rodríguez
La devaluación del peso de
mediados de diciembre se trasladó a los precios en aumentos de hasta el 40% y
la industria textil no fue la excepción. Si comprar una prenda de moda en
nuestro país ya era costoso, la nueva medida no hace más que dispararlos aún
más.
Abrir las puertas del país a las
grandes marcas internacionales como Forever 21, H&M, TopShop, & Gap
logrará que los precios bajen, pero pondrá en grave riesgo a la industria
textil argentina.
En el año 2002 eran 700 las
marcas de ropa instaladas en el país. Hoy son 1.200 y la mitad es industria
argentina y genera 450 mil puestos de trabajo. También el diseño independiente,
que ha traspasado las fronteras porteñas, contribuye a generar puestos de
trabajo pero todo puede irse por la borda ahora que marcas de costos muy
competitivos entrarán al país.
"Lo primero que se puede
esperar de una devaluación es el deterioro del poder adquisitivo y con ello la
caída de la demanda afectando así directamente a la producción nacional",
explicó el economista Agustín D´Attellis.
Por otro lado, el economista e
investigador del CONICET, Claudio Katz coincidió con D´Attellis y afirmó que
"el equipo macrista desplegó presentaciones tecnocráticas del ajuste, como
si estuvieran determinadas por exigencias naturales de algún dispositivo y por
eso describieron los detalles operativos de la devaluación sin mencionar sus
nefastas consecuencias sociales".
"Mauricio devalúa con buena
onda y alegría, mientras sus funcionarios imaginan las sonrisas de los
millonarios", sostuvo Katz al tiempo que analizó: "El principal
favorecido por la simultánea decisión de devaluar y reducir las retenciones es
el agro-negocio ya que incrementa sus ganancias inmediatas en un 50-90% y se
embolsa 3.700 millones de dólares, que valdrán un 40% más en moneda
nacional".
"Los neoliberales están de
fiesta. Pero la lluvia de beneficios que reparte el macrismo alimenta graves
problemas. El conflicto más previsible se avizora con la recesión. El combo de
inflación-devaluación y tarifazos induce fuertes tendencias contractivas en el
próximo cuatrimestre", sostuvo el profesor de la UBA.
En cuanto a precios más
económicos para el consumidor, se espera que más de 40 marcas de indumentaria
del mundo regresen a la Argentina. Forever 21, una cadena estadounidense, ya
está negociando con IRSA para instalarse en el Alto Palermo.
"En el caso de que se dé
finalmente una apertura indiscriminada, como dijo Prat Gay, se va a producir un
fuerte impacto en la economía, porque afectará a las pymes, por un lado",
sostuvo D´Atellis.