Reproducimos un artículo de la revista Crisis, publicado en mayo de 1974, en el cual se hace una semblanza del personaje creado por el genio de Roberto Fontanarrosa, a través de preguntas y respuestas. Por aquél entonces, las historietas y el humor de Fontanarrosa eran parte de la revista cordobesa Hortensia, pero ya estaba alcanzando relieve nacional. Este artículo conserva la mirada periodística sobre un fenómeno cultural que surgía, por aquel entonces: la nueva generación de humoristas argentinos.
¿De qué signo es
usted, Inodoro?
-Vea mire, yo en eso de los astros y los horóscapos no soy
de creer mucho, no se vaya a pensar. De mejor prigúntele al Mendieta, que a él
sí los planetas lo han cambeado muy mucho, tanto que la luna lo ha güelto
lobizón al pobrecito. A mí, a gatas si el sol me jode un poco de a veces, como
cuando me estaquiaron en Rayo Cortau y la resolana me dejó mas colorau que
huevo e'domador.
¿Quiénes fueron sus
padres?
-Mi tata fue guitarrero, cantor de madrugadas, cumpa del
Payo Solá churo carpero de Salta. Ahura, mi mama supo ser curandera por
Saleriquecacó, los pagos del Independencio Funes. La cencía le debe a eya el
descubrimiento de los ungüentos con sebo de comadreja macho pa calmar la
culebriya; la cría de sanguijuelas silbadoras que en vé de chupar, le soplan y
la vacuna crespín Oral, contra la parali, el terrible mal de Nelly Meden.
¿Conoció a Martín
Fierro?
-Me leyeron algo sobre él. Una nota o un riportaje muy largo
que le hacía un tal Hernández, letrau el hombre. Todo en versitos, con palabras
que pegaban; una preciosidá era eso.
¿De qué personajes se
siente amigo?
-Güeno, a veces viene a matiar conmigo el Lindor Covas,
claro, le gusta el mate cimarrón, lógicamente. O me encuentro en la pulpería
del Basilisco Luna con el Fabián Leyes, no sé si lo ubica. Al Huinca hace mucho
que no lo veo. Hace poco estuvo el correntino Troncozo, pegó un sapukai adentro
el rancho que casi me degueya la bataraza. AI Cabo Savino lo suelo ver, pero de
lejos, lo riconozco por el poncho calamaco. Dicen ques güeña persona, pero es
polecía. Y un polecía puede ser güena persona, pero ... ¿quién se le acerca
para comprobarlo?
¿Mantiene relaciones
con el Indio Patoruzú?
-Por acá se cuentan anécdotas de él. De él y el otro chango,
el Opa o Upa como lo nuembran. Dicen que tiene campos donde se puede galopiar y
galopiar meses enteros sin salirse de eyos. Que tiene un pingo ques un
rejucilo.
Pero también dicen que todo eso no es de él. Que es de un
tal Dante, celosísimo el hombre y desconfiau como perro tuerto. Por eso yo no
lo he ido a visitar entuavía. Aunque me están dentrando ganas. Pa ver cómo ha
hecho los patacones, porque llegar a santo y salir en las estampitas y todo
como el Ceferino Namuncurá debe ser más fácil, pero ser estanciero y millonario
como Paturuzú, mientraj los otros indios andan en boleadoras nomaj, no parece
tanto.
¿Qué parentesco lo ata
a Martín Fierro?
-Y por ahí somos hermanos, quien le dice... Ricuerdo que mi
Tata solía decir que se había echau un Fierro por algún lau.
¿Por qué razón no
habla mucho de sus amores?
-Porque yo soy como el violín que quiere Becho, que al dolor
y al amor no los nombra.
¿Por qué su caballo no
tiene nombre y su perro sí?
-Porque mi perro no es un perro. Es un crestiano emperrau.
Un lobizón que se quedó perro porque lo agarró un eclipse de luna. Además, no
tengo flete, tan pobre soy. Por eso en Montiel pasé de largo. Pero le adelanto
en carácter de primicia, que voy a agenciarme uno, que se va a yamar "Juria".
¿Se baña usted.
Inodoro?
-¿Usté vio la lagunita que hay detraj de las cortaderaj,
como yendo por la rastriyada que va pa lo del Benemérito Ochoa? ¿La vio? Güeno.
Yo no. Golvía remamao de la pulpería. Jué la última ve.
¿Usted se siente
paladín de la justicia?
-Paladín no sé que quiere decir. Y pa serle sincero a la
justicia tampoco la conozco.
¿Qué prefiere, el
fútbol o la taba?
-Vea mire, pa jugar a la taba siempre me sale culo, y pa
jugar al fulbo ya no me dan las tabas.
¿Le gustaría conocer
Europa?
-¿Uropa? Puede ser. Pero queda muy lejos. Como ir muchas
veces a Güenosaire ida y güelta. Hay que cruzar el mar y dicen quel mar es como
ver un río, pero con costa de un solo lau.
¿Le hablaron alguna
vez de Hugo Pratt?
-Creo que jué un gringo que dibujaba. Pero como me habían
dicho que andaba siempre con una pluma yo me creiba que era un indio.
¿Por qué se deja
fotografiar en escorzos tan raros?
-¿Escorzo? Escuerzo dirá usté. Nunca me he dejado
fotografiar con un animal de esos.
¿Por qué gesticula
tanto?
-Pa que me entiendan de lejos. La pampa es ancha y ajena.
¿Leyó a Tejada Gómez y
Jaime Dávalos?
-A gatas si sé leer. Pero le diré, con palabras que brotan
por mi boca cual bandada mineral de pájaros breves, violados y adolescentes
trepando epicéntricas por mis cuerdas vocales tensas, llegando desde el fondo
mismo del hombre-río elemental y mínimo que me habita decúbito dorsal en mis
entrañas cósmicas, le diré que sí, que algo he leído. Le diré.
¿Qué opina de la
mujer?
-¿De qué mujer? Si es de la ajena es julero andar opinando y
si es de la mía, la Eulogia, usté la habrá visto, se dará cuenta que más vale
no opinar un carajo.
Artículo publicado en la edición de mayo de 1974 de la revista Crisis.
Escriot por el periodista Raúl Acosta, con la colaboración de Fontanarrosa.