El periodista Eduardo Aliverti, es el padre de García (responsable
del accidente que le costó la vida a Reynaldo Rojas). Eso le depara zozobra y
padecimientos, pero no lo transforma en responsable (de un modo u otro) de lo
que se investiga y juzgará, ojalá que con toda la estrictez legal. La cobertura
que han hecho algunos medios y periodistas deja la impresión de ignorar ese
dato: lo fustigan con sadismo, lo tratan como a un criminal.
A los ojos de este cronista, se valen del hecho para ajustar
cuentas con Aliverti, valiéndose de recursos de baja estofa. Los asedios
mediáticos, los titulares nombrándolo permanentemente, columnas en diarios,
radios y canales de cable maltratándolo. La intención no es hacer avanzar la
causa, en la que Aliverti no es parte. Es ponerlo de rodillas, vejarlo, por lo
que Aliverti es y significa en el periodismo argentino.
Solo así se entiende que la crónica policial del periodista
Eduardo Feinman dedique pocos minutos al caso y muchos a adjetivar sobre
Aliverti: “Mentiroso”, “ladri progresista” y hasta “garantista” expresado como
si serlo fuese un crimen. El repudio, enfurecido en el tono y desmedido en las
palabras, se extiende a los organismos de derechos humanos, a Hebe de Bonafini,
a los premios Eter...
El diario Clarín dedica un espacio privilegiado, con mención
en tapa, a una columna de Darío Gallo, quien entre otras cosas alega que la
conducta de Aliverti (que no quebró ninguna norma) “habla de la honestidad
intelectual de muchos comunicadores que atacan al periodismo independiente por
oportunismo”.
Potencial integrante del colectivo cuestionado por Gallo, el
autor de estas líneas no replicará personalmente ese reproche. Pero es un deber
decir que si algo no puede endilgarse a Aliverti es oportunismo ideológico. Su
trayectoria lo sitúa con claridad en un campo coherente y preciso. Defiende
ideas y valores (en esencia los mismos) desde hace décadas. Ese es su “delito”,
el que excita a los inquisidores mediáticos, aunque no lo digan del todo.
Mario Wainfeld –
Página 12 (fragmento de la nota de opinión Acoso Mediático)