El médico en el que se basó la conocida película de Robin
Williams estuvo en Argentina y visitó el Borda. Allí pintó un mural y le alargó
la vida a varios pacientes con el poder de la risa.
Como en las películas. El pediatra que fue inmortalizado en
la taquillera película protagonizada por Robin Williams, Patch Adams, visitó el
país y estuvo en el Hospital Borda.
Invitado por otros médicos, Patch recorrió todas las
instalaciones con su nariz de payaso, para hacer reír a todo el mundo con -como
muestra el film- su teoría del don de la risa que puede alargar la vida y
estimular a un ser humano.
También protagonizó una charla y pintó un mural junto a
médicos y pacientes del neuropsiquiátrico, que estaban convulsionados con la
visita.
Desde hace más de 30 años, Patch Adams ligó a la medicina
con la alegría, visitó a millones de pacientes y comprobó que la risa es una de
los mejores remedios.
Es quizás uno de los hombres más gestuales, y pese a no
hablar español, sus chistes no necesitan de ninguna palabra. Mide casi dos
metros –1,93– y de sombrero lleva una gallina, su nariz roja, el pelo canoso,
lacio y larguísimo sujeto en una cola con seis gomitas de colores.