"Porfavor, ¡Plágienme!" de Alberto Laiseca,
"El Oído Absoluto" de Marcelo Cohen, "Mateo -
Muñeca-Relojero" de Armando Discépolo y "Diálogos en los Patios
Rojos" de Roberto Raschella son los libros que se suman a la Serie de los
Dos Siglos de la Editorial Universitaria de Buenos Aires (Eudeba).
Nacida en 2011 de la mano del Bicentenario de la Revolución
de Mayo, y bajo la dirección de Sylvia Saítta y José Luis de Diego acompañados
por un cuerpo asesor integrado por Jorge Lafforgue, Luis Alberto Romero y
Beatriz Sarlo, la serie de los Dos Siglos cuenta con 16 títulos de autores que
van desde Faustino Sarmiento, Ezequiel Martínez Estrada, César Aira hasta
Leopoldo Lugones, Juan Gelman y Raúl González Tuñón.
"Como un horizonte deseado, querríamos planificar una
colección popular, de fácil acceso en cuanto a los lugares de venta, al costo
de los libros y al registro de escritura de los prólogos introductorios. No
pensamos en publicar obras `fáciles, pero sí facilitar las condiciones,
económicas y simbólicas, de acceso", explican los directores a Télam vía
correo electrónico.
La colección, indican, "tiene un antecedente muy
conocido y, en el nombre, evidente, la Serie del Siglo y Medio, que Eudeba
lanzó en 1960; una colección de libros pequeños en formato, que se inicia con
`La gran semana de Mayo´, de Vicente Fidel López, y consolida un catálogo
brillante de ensayo, literatura y teatro argentinos".
Saítta y de Diego recuerdan de aquella colección algo que
hoy suena inverosímil: "La primera edición de aquel título -`La gran
semana de Mayo´- fue de 30 mil ejemplares, y en cuatro años habían tirado 65
mil". El éxito de la serie nacida a raíz del Sesquicentenario de Mayo
motivó a que las actuales autoridades de Eudeba creyeran que "el
Bicentenario era una buena oportunidad para revivirla".
Y para ello el punto de partida fue "retomar y
actualizar aquella colección; combinar textos clásicos que ya estaban en ella
con autores y textos posteriores a 1960. Vamos pautando año a año, con un ritmo
aproximado de 8 títulos por año. Cuando hablamos de los posteriores a 1960 nos
enfrentamos, como es fácil presumir, con el problema de los derechos de
autor..."
"Por supuesto -amplían y ejemplifican- quisiéramos
tener en el catálogo a Jorge Luis Borges, a Julio Cortázar, a Manuel Puig y a
tantos otros, pero ese interés suele chocar con las editoriales o los herederos
que aún conservan los derechos de edición. Por esa razón, no se puede
planificar un catálogo `ideal´ porque rápidamente puede desmoronarse".
En ese sentido, dicen, "lo que sí tenemos en claro es
que no queremos repetir un catálogo de clásicos y editar sólo los autores cuyos
derechos han sido liberados, como ocurrió este año con Roberto Arlt". Por
eso, aseguran, "no se puede planificar un catálogo `ideal´porque
rápidamente puede desmoronarse".
Pero también la selección de los títulos conlleva otros
temas a pensar a la hora de lanzar una colección: "Es el viejo dilema
entre canon nacional y canon personal, dilema que nos planteamos a menudo los
profesores: ¿doy los autores que más me gustan o los autores que se supone debo
dar? El catálogo es, de alguna manera, el resultado de una negociación entre
ambas cuestiones".
"Están los libros ineludibles de la historia de la
literatura argentina", como "Facundo", de Sarmiento;
"Radiografía de la pampa", de Ezequiel Martínez Estrada o "El
payador" de Leopoldo Lugones, pero también, destacan los directores,
"autores a quienes nosotros, en un gesto de intervención crítica,
consideramos los `nuevos clásicos´ de la literatura nacional, como Aira, Cohen
o Juan Gelman".
De hecho, los libros se publican de a pares para que cada
uno "ponga en relación, en diálogo polémico, en coincidencia o disidencia
estéticas, esos dos libros". Tal es así, que la última dupla de la serie,
la de los autores Armando Discépolo y Roberto Raschella, "se pregunta por
la mezcla lingüística en la literatura nacional en dos momentos del siglo
XX".
Como en la Serie de Siglo y Medio, que contaba con
ilustraciones de Raúl Soldi, Juan Carlos Castagnino o Antonio Berni, esta
colección la ilustran reconocidos caricaturistas como Hermenegildo Sábat y
Huadi para que "en la tapa aparezca la imagen del escritor, muchas veces
desconocida para el gran público".
Cada edición está acompañada por un prólogo a cargo de
especialistas, que contextualizan la obra y en algunos casos agregan sus cuotas
valorativas, como Carlos Gamerro que incluso juzga con "inusual
crudeza" "La cautiva", de Esteban Echeverría.
Con precios accesibles, buenas ediciones y libros de formato
más bien pequeño, los títulos de esta serie no apuntan a un lector en
particular, aunque, piensan los directores, "parece obvio que un
destinatario ideal es el estudiante de literatura que quiere ir armando su
biblioteca personal".