Hoy se cumplen cuatro años del fallecimiento de Mercedes Sosa, considerada "la voz de Latinoamérica". En un artículo publicado hace más de cuarenta años, Mercedes da sus respuestas en un contexto político nacional y mundial atravesado por muchas transformaciones sociales, algunos años antes del exilio y de su consagración defintiva.
A continuación reproducimos algunos tramos de la entrevista aparecida el 21 de Diciembre de 1970 en la revista Siete Días Ilustrados:
"... Aunque estábamos en la más negra miseria
vivíamos bien, la gente nos invitaba, comíamos regio y éramos felices. Yo
estaba en una etapa de realizaciones y proyectos, de grandes ilusiones y de
búsqueda de un público que me oyera cantar. ¿Sabés una cosa?, entonces yo tenía
un solo vestido, pero no me importaba porque nunca me interesó la ropa. Lo que
sí me gustaba, tanto en ese tiempo como ahora, es tener un grupo de amigos con
quienes reunirme fraternalmente, para recordar el pasado y planear el futuro", así hablaba Mercedes Sosa en una entrevita publicada el 21 de Diciembre de 1970 en la revista Siete Días.
"El folklore que yo canto habla del hombre argentino
que trabaja, que lucha, que sufre. Encerrar todo eso en una breve poesía y
ponerle música es, para mí, más que una corriente renovadora, una
necesidad".
"Comencé
a cantar profesionalmente hace 20 años. Fue allá en Tucumán, durante un
concurso; recuerdo que entoné una zamba de Margarita Palacios que se titula
'Triste historia', y que con ella gané el primer premio del certamen, que
consistía en un contrato de dos meses en la radio tucumana. Debo haber gustado..."
"Por ese entonces en la Argentina se hacía un folklore
demasiado tradicional y mis canciones —imaginadas por el poeta Armando Tejada
Gómez— sorprendían al público acostumbrado a la rutina. Durante un año me
refugié en el Uruguay y mi estilo se fue puliendo y decantando; volví en 1965
para actuar en el festival de Cosquín, donde la suerte me acompañó y mis temas
fueron bien recibidos."
"El
folklore que yo canto intenta dar a conocer una serie de canciones que hablen
del hombre argentino y no sólo del paisaje, que por cierto es bellísimo. La
gente es; siempre lo más importante del paisaje, por eso yo hablo del hombre
que trabaja, que lucha, que sufre; particularmente del hombre de campo,
increíblemente mal pagado, siempre marginado. Encerrar todo eso en una breve
poesía y ponerle música es algo bastante difícil de hacer y mucho más de
entender; quizá sea por eso que la lucha emprendida por la corriente renovadora
del folklore fue tan dura al principio"
"...más que con el arte yo me comprometo con la vida en
forma íntegra. No puede haber una vida para el canto y otra para la política;
lo principal es que yo tengo un profundo respeto por la gente a la que le canto
y procuro que mi mensaje artístico sea recibido de la misma manera, con la
mayor intensidad posible. No es verdad que la gente vaya a un teatro a escuchar
a un artista y que luego, cuando llega a su casa, se olvide de todo lo que oyó;
yo no creo que haya ningún ser humano que pueda borrar de la conciencia algo
que lo emocionó profundamente. Mirá, por ejemplo, lo que ocurre con 'Canción
para un niño en la calle'; llega a todos los sectores sociales porque parte de
una realidad que nadie ignora, ¿o es que no hay chicos en las calles, vendiendo
flores o diarios de noche? Yo, en verdad, no sé si mis cantos son políticos o
no, pues no entiendo nada de política; lo que sí sé es que mis canciones son
tremendamente humanas. Esa actitud de sinceridad ante la vida me ha costado, es
cierto, el rechazo de algunos círculos. En 1968 nadie quería darme trabajo y
pasé por una etapa difícil, pero al final conseguí que la gente me aceptara
como persona y como artista."