jueves, 9 de enero de 2014

BERTOLT BRECHT Y SU ELOGIO DE LA DUDA

Bertolt Brecht es recordado por sus obras "La ópera de tres centavos", "Madre coraje" o "Galileo", y por su concepto de "teatro épico" donde propone crear una distancia entre el espectador y la obra, para que pueda juzgarla críticamente.  Pero, aunque menos difundido,  Brecht también fue un poeta excepcional, autor de un estilo directo, conciso e igualmente antisentimental. Aquí una versión de su "Elogio de la duda".





ELOGIO DE LA DUDA
¡Alabada sea la duda! Os lo aconsejo:
Saludadme con afable respeto
A quien pondere vuestra palabra como a falsa moneda.
Que yo os querría avisados, y que no dierais
Vuestra palabra por descontada.

Leed la historia, y ved
Los invulnerables ejércitos en descompuesta fuga.
Por doquiera
Se desploman indestructibles fortalezas, y
De aquella Armada Invencible que partió
Con un sinnúmero de naves,
Contadas regresaron.

Hete aquí que un día coronó un hombre
Una cima inaccesible
Y un barco alcanzó el confín
Del mar infinito.
¡Hermoso gesto, sacudir la cabeza
Ante la indiscutible verdad!
¡Qué valiente, el médico
Que cura al enfermo desahuciado!
Pero la más hermosa de todas las dudas,
La de los exánimes, la de los desesperados
Que levantan cabeza
Y dejan de creer
En la fuerza de sus opresores.

¡Ah, cuánta brega pugnaz, hasta sentar el principio!
¡La de sacrificios que costó!
Que es así, y no de tal otra manera,
¡Qué difícil resultó llegar a verlo!
Con un suspiro de alivio lo escribió un humano un día
En el libro de registros del saber.
Tal vez siga allí escrito mucho tiempo y muchas generaciones
Vivan con él y lo vean como sabiduría eterna
Y desprecien los enterados a quienquiera lo desconozca.
Y entonces podría darse que surgiera un recelo, pues nuevas experiencias
Hacen sospechoso el principio, y se despierta la duda.
Y que otro día, por cautela, tachara otro humano el principio
En el libro de registros del saber.

Asediado por un rugir de órdenes, inspeccionado
En su virtud, examinado por barbiluengos doctores,
Conminado por seres radiantes munidos de áureos distintivos,
Intimado por solemnes Papas a golpe de libro escrito por el propio Dios, instruido
Por impacientes maestros: así se halla el pobre, que ha de oírse
Que el mundo es el mejor de los mundos, y que la gotera
De su cuartucho por Dios mismo ha sido ideada.
Lo tiene realmente difícil
Para dudar de este mundo.
Anegado en sudor, construye el hombre la casa
En la que no habrá de vivir.
Pero también suda a mares quien construye
Su propia casa

Los irreflexivos nunca dudan.
Su digestión es brillante, su juicio, infalible.
No creen en los hechos; sólo se creen a sí propios. Si preciso es,
Los hechos deben creerles a ellos.
Su paciencia consigo mismos
Es ilimitada; a los argumentos,
Prestan oídos de espía.

Frente a los irreflexivos, que nunca dudan,
Están los meditabundos,
Que nunca actúan.
No dudan para venir a la decisión, sino
Para desertar de la decisión. De la cabeza
Se sirven sólo para sacudirla. Tan seriecitos
Advertirán de los peligros del agua
A los pasajeros del barco que se hunde.
Bajo el hacha del asesino,
Se preguntarán si no es también él un ser humano.
Se van a la cama mascullando
Que la cosa no está aún cabalmente pensada.
Su acción consiste en vacilar.
Su sentencia favorita: no está listo para sentencia.

Cuando alabéis la duda –ni que decir tiene—,
No la confundáis con la
Irresolución sin esperanza.
¿De qué le vale dudar
A quien no puede decidirse?
Quien con razones insuficientes se conforma
Puede equivocarse en la acción;
Inerme siempre ante el peligro queda
Quien demasiadas necesita.

Y tú que eres dirigente, no olvides
Que lo eres porque antes dudaste de los dirigentes.
¡Permite, pues, a los dirigidos
Dudar!


EL ARTE Y LA REALIDAD EN BRECHT
Bertolt Brecht fue un escritor alemán, nacido en Augsburgo en el año 1898. Desde muy pequeño sintió afición por las letras y publicó su primera obra cuyo título era "Baal" cuando tenía 20 años. Se dice que era un joven sumamente rebelde, opuesto a las ideas de la casa paterna y dispuesto a vivir a su manera, dejándose atraer por lo extravagante y viviendo intensamente cada segundo. Posiblemente esta forma de vivir fue la responsable de que buscara en el arte la forma de entender la realidad, viendo la literatura como una herramienta para conseguir un cambio en su entorno. Durante la I Guerra Mundial y a causa de sus ideas marxistas, Brecht fue obligado a exiliarse y vivió en Rusia, Estados Unidos, Suiza y Finlandia. De esta época datan gran parte de sus obras, tales como "Tambores en la noche", " Pero en la fría noche" y "Galileo"; la mayoría de ellas, con un tono político trasgresor y social.
Brecht falleció en agosto de 1956 en Berlín oriental y es recordado como uno de los poetas y dramaturgos más influyentes del siglo XX, creador del teatro épico y autor de una poesía cristalina y viva, gracias a la cual ha logrado trascender y convertirse en una lectura indispensable para aquellos amantes del teatro y sobre todo de la poesía social.

(1) Versión castellana de Antoni Domènech en Sin Permiso (www.sinpermiso.info ).

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