El premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, dijo “Lo de Venezuela no es nuevo, ya hubo
muchos intentos de golpes de Estado y de desestabilización, recordemos lo de
Chávez cuando fue derrocado, después repuesto en el gobierno”. Pérez Esquivel
advirtió acerca de la existencia de un proceso de penetración en contra del
gobierno de Maduro y de desestabilización no sólo de la economía, sino también
de la acción social y política. En este sentido, el Nobel argentino planteó que
tras los hechos en Honduras, Haití, Ecuador y Venezuela se nota que están
“tratando de evitar que los pueblos latinoamericanos se consoliden en procesos
democráticos”. También expresó que tras la muerte de Chávez, ocurrida en marzo
del año pasado, se nota que “hay una embestida de Estados Unidos permanente
sobre Venezuela, como también sobre Colombia”.
Pérez Esquivel recordó la situación de Caracas antes de la
llegada del líder bolivariano al gobierno, en 1999. “He recorrido las zonas no
marginales, la gente, ahí no había agua y ni un médico se atrevía a ingresar.
Venezuela era un país que no producía nada y Estados Unidos lo proveía de
alimentos.” Y destacó el papel integrador del ex mandatario venezolano. “Chávez
tuvo una visión latinoamericana de integración regional entre los países, por
lo que los países amigos de Venezuela deberían pronunciarse a través de la
Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y el Mercado Común
del Sur (Mercosur) en contra de quienes buscan desestabilizar al gobierno de
Maduro.”
También se quejó del rol de los medios en la difusión de
información acerca de los acontecimientos de los últimos días: “Están buscando
desacreditar no sólo a nivel regional, sino internacional. En Europa se hablaba
del dictador venezolano, una campaña total de desprestigio, sin reconocer
absolutamente nada, los medios no son asépticos”, afirmó Pérez Esquivel. El
Nobel manifestó que acá también hubo hace poco tiempo intentos de
desestabilización. “El intento de golpe policial con el pretexto de salario,
que se intentó acá en Argentina, creo que esto son signos peligrosos para la
estabilidad democrática”, ejemplificó Pérez Esquivel.