TUS OJOS QUE ANTAÑO NUNCA SE
CANSARON DE LOS MÍOS...
«Tus ojos que antaño nunca se
cansaron de los míos,
se inclinan hoy con pesar bajo
tus párpados oscilantes
porque nuestro amor declina».
Y responde ella:
«Aunque nuestro amor se
desvanezca,
permanezcamos junto al borde
solitario de este lago,
juntos en este momento especial
en el que la pasión, pobre
criatura cansada, cae dormida.
¡Qué lejanas parecen las
estrellas,
y qué lejano nuestro primer
beso,y qué viejo parece mi corazón!».
Pensativos caminan por entre
marchitas hojas,
mientras él, lentamente,
sosteniendo la mano de ella, replica:
«La Pasión ha consumido con
frecuencia
nuestros errantes corazones».
Los bosques les rodeaban, y las
hojas ya amarillas
caían en la penumbra como
desvaídos meteoros,
entonces un animalillo viejo y
cojo renqueó camino abajo.
Sobre él, cae el otoño; y ahora
ambos se detienen
a la orilla del solitario lago
una vez más.
Volviéndose, vio que ella había
arrojado unas hojas muertas,
húmedas como sus ojos y en silencio
recogidas
sobre su pecho y su pelo.
«No te lamentes», dijo él, «que
estamos cansados
Porque otros amores nos esperan,
odiemos y amemos a través del
tiempo imperturbable,
ante nosotros yace la eternidad,
nuestras almas son amor y un
continuo adiós».
(Poesía seleccionada por Daniel Rafalovich)
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WILLIAM BUTLER YEATS
(Dublín, 1865 - Roquebrune-Cap-Martin, Francia,
1939) Poeta y dramaturgo irlandés. Creador del estilo celta crepuscular,
fue sin duda el máximo representante del renacimiento de la literatura
irlandesa moderna, y uno de los autores más destacados del siglo XX. Recibió el
Premio Nobel de literatura en 1923. El mayor logro de Yeats fue independizar la
cultura irlandesa de los moldes ingleses, tanto en la temática como en la
expresión. La poesía de Yeats suele estar inspirada en el paisaje, los
ambientes y los mitos de la cultura tradicional irlandesa, especialmente en las
leyendas de origen celta, con una constante preocupación por la musicalidad del
verso.