Las viudas de dos grandes escritores argentinos se reunieron en París: la primera esposa y albacea del escritor argentino Julio
Cortázar, y María Kodama.
La viuda de Cortázar, Aurora Bernárdez , expresó su felicidad por el homenaje que se le
realizó en el Salón del Libro de París al autor de la emblemática Rayuela.
“Me alegro mucho que en una feria dedicada a Julio Cortázar
estén sus libros, quiere decir que tiene muchos lectores y mucha gente que
empieza a leerlo”, dijo brevemente Aurora Bernárdez.
“En ese sentido estoy encantada, más que feliz”, agregó la
mujer de 94 años, que es muy renuente con la prensa y que tampoco suele
concurrir a eventos y conmemoraciones dedicadas al escritor.
Aurora acudió esta vez a la charla homenaje “Julio Cortázar
en París, una afinidad electiva”, donde participaron Silvia Baron Supervielle,
Florence Delay, René de Ceccaty y el fotógrafo argentino Daniel Mordzinky,
quien presentó su libro de fotografías a escritores “Cronopios” publicado en
Francia por ediciones Métailié.
La viuda, acompañada muy de cerca por el filólogo español
Carles Álvarez Garriga -quien editó los últimos libros con material de
Cortázar-, se encontró en el Salón con la viuda de Jorge Luis Borges, María
Kodama.
Ambas se saludaron e intercambiaron palabras y sonrisas,
mientras que muchos fotógrafos disparaban para tener una postal casi única en
la arena literaria.
“¿Un recuerdo bonito con Cortázar?” fue la última y concisa
pregunta a la que accedió Aurora y con una sonrisa contestó: “Lean los libros,
recuerdos bonitos hay en los libros”.
Además de esta charla, se realizaron mesas redondas sobre la
vigencia del autor donde confluyeron escritores como Luisa Valenzuela, Andrés
Neuman y Eduardo Sacheri. Hubo música y lecturas en vivo de “El perseguidor”.