De los muchos comentarios y apreciaciones que se hicieron sobre la figura de Alfredo Alcón en estos días, elegimos el escrito de otro actor, un amigo nuestro, que supo conocerlo desde la mirada actoral (¿profesional?), pero también humana.
"Alfredo Alcón ya no está fuera de nosotros, ya no está en ningún lugar cercano ni lejano fuera de nosotros, ya no está en ningún más allá fuera de nosotros.
Ningún escenario volverá a crujir bajo su peso, el aire de
ninguna sala volverá a fracturarse con el mazazo de su voz. Fuera de nosotros
ya no estará en ningún lugar, pero dentro nuestro los escenarios de nuestra
memoria seguirán viéndolo actuar, construir, crear; ahora somos los dueños del
teatro y del cine en los que Alcón seguirá transformando lo vulgar en mágico,
lo sublime en humano.
Este hombre fue un actor desde las tripas, desde las tripas
un hombre ético, y como si algo le faltara de tres partes una tenía de gran
humor, y dos de sabiduría.
La muerte de un actor es una muerte en plural, con él se nos
mueren los personajes que no llegamos a conocer.
Alfredo, esta noche tenés función, en el teatro de nuestra
memoria."
En la imagen, un joven Alfredo Alcón junto al director de cine Leonardo Favio.