La novela gráfica asoma con fuerza en la 40 edición de la
Feria del Libro en un stand colectivo que, por primera vez, agrupa a las
editoriales Común-Moebius-Orsai para
mostrar como se arma una buena historia.
Ubicado en el Pabellón Amarillo, el stand 1604 irrumpe
inconfundible con su piso decorado por los dibujantes de las tres editoriales
con tizas de colores, para que los visitantes “pisen con sus zapatillas estas
obras de arte y se lleven un poquito en la suelas, en forma de polvo de tiza”,
apuntaron los artistas.
La llegada de Casciari a Buenos Aires, donde participó del
Encuentro de la Palabra, fue motivo también de su paso por la Feria y por el
recién estrenado stand para firmar -por mas de dos horas- sus libros “Más
respeto, que soy tu madre”, “El pibe que arruinaba las fotos” y “Charlas con mi
hemisferio derecho”.
En una batea se exhibe su emblemática revista Orsai hecha
sin publicidad, por suscripción y gratuita para la web con su socio y amigo
Christian (Chiri) Basilis y su último proyecto Bonsai, dirigida a grandes y
chicos por igual.
Silvia Peralta, encargada de logística y distribución de la
editorial Orsai muestra a Télam libros como “El gran surubí”, de Pedro Mairal
-”una novelita en sonetos” dice el escritor- e ilustraciones de Jorge González
(argentino que vive en España) “Libreta de viaje” de Alberto Montt, ilustrador
chileno que dibuja una especie de guía turística e íntima de su cerebro.
En el sector de Común, Sofía Vilaro señala que el gran
fuerte de la editorial es Liniers, cuyos libros lucen en una estantería amurada
contra la pared. A los conocidos Macanudos, se suma “Posters”, que según el propio
dibujante dedica muchas de sus páginas a homenajear el arte de los posters de
películas, “arte que parece estar desvaneciendose en manos de anónimos
departamentos de marketing obsesionados con poner gitangescos perfiles de Tom
Cruise”.
De otros autores de la editorial, sobresale “La ciudad de
los puentes obsoletos”, de Federico Pazos, increíble desde el punto de vista
visual y narrativo que acapara la atención del lector en una trama que dice
todo sin palabras.
Además “Jusepe en América”, del inolvidable Carlos Trillo
(1943-2011) y Pablo Túnica, que relata la primera fundación de Buenos Aires y
el Dora Nro 2 “El año próximo en Bobigny”, donde Ignacio Minaverry nos lleva en
un viaje alucinanate por Berlín, París y Buenos Aires.
Una sección de la revista Chiquismiqui íFéminas en acción!,
se convirtió en un libro (Moebius Editora) que bajo el nombre de “Amo el lugar
donde vivo”, presenta dibujos y textos de diferentes sitios de Buenos Aires.
Las autoras son: Natalia Colombo, Mek Frinchaboy, Babún
Feroz, Seniorita Poliéster, Lucila de Pasquale, Valeria Montero, Laura Varsky,
Isol, Eleonora Filippi, Elda Broglio, Cobrinha, Pum Pum, Sol Linero, Marina
Maminas, María Elina Méndez, Irana Douer, Vero Gatti, Ana Laura Pérez, Flor
Delboy, Maite Oz, Bú Lago Millán y Marina Haller.
También esta editorial tiene un libro con serigrafías de
Carlos Nine y otro, Diabluras, de Lucas Varela.
Peralta de Orsai, Sofía Vilaro, de Común y Martín Ramón, de
Moebius se esfuerzan para definir las características de la novela gráfica:
“Acostumbrados a la prosa la novela gráfica permite lo mismo a través del
dibujo”. “Hay una doble vía de entrada al texto, le suman un plus a la novela”,
“desacraliza la palabra”, desgranan al unísono.
Lo que es indiscutible, que la novela gráfica, “desvastada y
relegada”, ya que la historieta no ha sido considerada un género
literario,comienza a marcar sus pasos en las ligas mayores, empujada por los
más jóvenes que se encuentran entre sus más fanáticos lectores.