En el marco de su visita a la Argentina el escritor fue
entrevistado por Carlos Ruta, rector de la Universidad Nacional de San Martín.
El evento fue organizado por Malba Literatura y el programa Lectura Mundi de la
UNSAM.
“Y de todo / de cada cosa que él ha visto / hablará",
así comienza el poema número 6 de Desapariciones (1970-1979). Y de cada cosa
habló. Ayer, el comienzo de este poema preparó el clima para la charla
intimista, y no exenta de humor, con la que Paul Auster hizo su primera
aparición ante sus lectores argentinos. De esta forma inauguraba su nueva
visita a Buenos Aires donde –entre otras actividades en la Feria del Libro–
recibirá un doctorado honoris causa que le otorgará la Universidad Nacional de
San Martín (UNSAM). Con la mirada atenta desde la primera fila del repleto
auditorio del Malba, el premio Nobel de Literatura J. M. Coetzee, siguió la
conversación pública que el escritor norteamericano mantuvo con el rector de la
universidad, Carlos Ruta. Hizo un repaso por su concepción de la literatura, su
obra, y reflexiones sobre la existencia.
Auster, nacido en New Jersey en 1947, hizo un relato sobre
sus comienzos en la literatura ligados exclusivamente a la poesía. Una marca
que quedó en la cadencia de su prosa despojada pero que marca un ritmo que
revela su pluma de poeta. "Debería decir que en mi juventud empecé
escribiendo poesía pero mi primera gran ambición en la vida fue ser novelista.
Comencé escribiendo dos o tres novelas, y escribí cientos de páginas que no me
gustaron. Estaba tratando de abordar algo que era entonces muy difícil para mí.
Cuando llegué a los 22 años dije 'renuncio a la prosa'. No tengo la talla de un
novelista. Y por los siguientes ocho años sólo escribí poesía. Y debo decir que
fue como vivir en la música. Esta práctica tan intensa de escribir día por día
poemas me hizo continuar escribiendo prosa de una manera particular. Y no es
que mi prosa sea poética, pero tiene cierta música. Es claramente la narrativa
de un poeta."
Ha dado cientos de entrevistas, ha escrito mucho sobre sí
mismo. Tiene al menos seis libros construidos con elementos autobiográficos.
Sobre su mujer, la escritora Siri Hustvedt, dijo en una oportunidad que desde
que se conocieron comenzaron una larga conversación que aún continúa. Carlos
Ruta le preguntó entonces cómo influye esa relación en sus libros. A lo que
Auster respondió: "No sé si influye en mi escritura pero ciertamente hace
que mi vida sea más interesante. Siri es la persona en la que confío. Es mi
primera lectora. Si ella tiene una crítica me la va a decir y siempre escucho
sus consejos. Cada escritor necesita un lector crítico que le haga una
devolución. En nuestro caso tenemos una cláusula de honestidad absoluta. No nos
adulamos. Hay muchas personas a la que no les gusta mi trabajo, por suerte no
estoy casado con ninguna de ellas. Esto es, hay un respeto de ella por mi
trabajo. Estamos cada uno a favor del otro y por eso podemos ser agudos con
nuestros comentarios. Yo confío en ella para eso. Cuando termino un libro y
Siri lo ha visto con su microscopio es un trabajo terminado. Se lo doy a los
editores que no tocan ni una coma. Ella tiene una de las mayores inteligencias
literarias que he conocido en toda mi vida y han sido una gran aventura estos
33 años que llevamos juntos."
El escritor, que en general mezcla autobiografía con
ficción, usa escenas de su propia vida como disparadores para construir como en
cajas chinas unas historias dentro de otras. "No estoy tan interesado en
escribir sobre mí mismo, pero sí en lo que se siente al estar vivo. Y como me
conozco a mí más que a nadie lo vivo como un mecanismo que dispara al lector a
reconocer en mis historias su propia vida. Es una sensación de humanidad
compartida."
Se le preguntó por la importancia de la imaginación para
entender la existencia. En contraposición a la razón. Y Auster respondió.
"Los humanos tenemos hambre de historias. Ellas están para iluminar el
mundo. A fin de cuentas no se si la imaginación y la razón son incompatibles.
Después de todos estos años de sentarme a escribir relatos creo que también he
necesitado del pensamiento duro, lógico. Porque también los lectores lo
utilizan para entenderlos. Si la razón no estuviera trabajando no podríamos
corregir nuestras propias historias como lectores de ellas. No estoy diciendo
que el arte es la única cosa que tenemos para entender el mundo. Pero todos lo
necesitamos. La ficción es parte de la vida. Es algo nato de la mente humana.
Necesitamos de la narrativa. No puedo imaginar un mundo sin ficción."
Sin embargo, dice, no cree poder afirmar que la literatura
pueda "cambiarnos la vida, formar personas mejores". "A todos
nos gustaría creer que un libro puede cambiar la existencia, hacernos mejores.
Pero muchos criminales gozan también de los libros. No nos olvidemos que por ejemplo
Hitler, quería ser pintor, un artista. Es un terreno muy peligroso hacer estas
afirmaciones morales. Pero sí se me viene a la cabeza un libro, que fue La
cabaña del tío Tom. Escrito en 1852. Fue una novela que contaba las maldades de
la esclavitud en Estados Unidos. Cuando Lincoln conoció al autor, le dijo: 'Fue
usted quien comenzó la Guerra Civil.' Pueden encontrarse estos ejemplos
concretos. Pero en general no quisiera ser idealista al respecto."
Cuando promediaba la entrevista pública, Ruta consultó al
escritor cuál de sus libros prefería. "No pienso en eso. Son como mis
hijos. No tengo un preferido. Pero voy a hablar desde lo más profundo y creo
poder hablar por todos los escritores. A mí mi obra no me gusta en particular.
Voy por la calle pensando 'ojalá algún día escribiera algo superador'. Es una
sensación como de fracaso. Me reconforta, sin embargo, cuando la gente me dice
que le gustó algún libro o algún personaje. Tengo la esperanza de que voy a
mejorar con el tiempo."
AUSTER Y SU AMIGO
COETZEE
Paul Auster tiene una relación amistosa con el Premio Nobel
de Literatura J.M. Coetzee. Esta relación quedó plasmada en un volumen que reúne la correspondencia que ambos
intercambiaron entre 2008 y 2011. El libro se llama Aquí y ahora.
El diálogo entre ambos no se ha interrumpido, ya que en la
40ª Feria Internacional del libro se presentarán juntos en un acto que será una
de las perlitas de la Feria 2014, ya que los escritores se cuentas entre los
invitados internacionales más prestigiosos de los convocados para esta edición.
Además, cuentan con muchos lectores en todo el mundo y la Argentina no es la excepción.
(Natalia Páez - Tiempo Argentino)