Un dato clave en el proceso de identificación. El análisis
genético también confirmó que Walmir Oscar Montoya era el padre de Guido. Montoya
fue secuestrado en noviembre de 1977. Tenía 25 años. La emoción de Hortensia,
la abuela paterna.
La clave en el ADN que posibilitó que Guido, el nieto de
Estela de Carlotto, se encontrara con su identidad, fue el análisis realizado
con la muestra de sangre de la familia de su padre, Walmir Oscar Montoya, un
militante de Montoneros apodado "Puño", oriundo de Caleta Olivia, una
ciudad de la Patagonia, situada en el norte de la provincia de Santa Cruz, en
la región del golfo San Jorge. Ayer, los familiares del militante desaparecido
también festejaron en el sur de la Patria la restitución del nieto recuperado
114.
El entrecruzamiento de datos genéticos determinó que ese
muchacho de 25 años, que vivía en La Plata cuando en noviembre de 1977 fue
secuestrado por la dictadura cívico militar, era la PAREJA de Laura Carlotto y
el padre de su hijo.
Walmir Oscar nació el 14 de febrero de 1952 en Comodoro
Rivadavia, provincia de Chubut. Era integrante de la organización Montoneros y
sus compañeros lo llamaban "Puño", "Puñalito" o
"Petiso". Su madre, Hortensia Ardura, de 91 años, tuvo un último
contacto con su hijo a principios de 1977.
En mayo de 2009, en el marco de la Iniciativa
Latinoamericana de Identificación de Personas Desaparecidas que lleva adelante
el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), sus restos fueron
identificados en una tumba NN del Cementerio de Berazategui, donde había sido
inhumado el 27 de diciembre de 1977.
Los familiares de Montoya todavía residen en Caleta Olivia.
Allí viven su hermano Jorge (que posee una imprenta gráfica) y su madre. Su
padre, Vergel José Montoya, falleció recientemente. Sin embargo, junto a su
esposa Hortensia dieron muestras de su sangre al Banco Nacional de Datos
Genéticos. Esa información de ADN permitió, en 2009, identificar los restos de
Oscar. Y, esta semana, fueron la llave que le permitió a Guido Carlotto conocer
su verdadera identidad.
"Es para mí un día hermoso, una gran alegría a mis 91
años. Pudimos ver sus fotos, y es la cara exacta, con los rasgos igualitos a
los de su papá, todos acá en Caleta Olivia me lo dicen ", celebró ayer la
abuela paterna de Guido, desde su casa en el sur del país.
Pablo Roesler – Tiempo
Argentino