El Banco Central activó ayer el swap de monedas que firmó
con China. El Gobierno podrá utilizar u$s 814 millones iniciales para pagar deuda o
importaciones del país asiático, muestra con este intercambio que puede tener acceso al financiamiento externo.
La activación del cambio de monedas, que buscó el ministro
Axel Kicillof en su primer viaje al exterior y que adelantó este medio, se
terminó de confirmar ayer, durante una conversación telefónica entre la
presidenta, Cristina Fernández, y el primer mandatario de China, Xi Jinping,
que fue reflejada en la agencia de noticias Xinhua, de ese país.
“Estoy dispuesto a mantener conversaciones fluidas y
contactarme con usted, darle la bienvenida a China en el momento oportuno y
esperar encontrarnos nuevamente en la reunión de noviembre del G20 en
Brisbane”, le dijo el jefe de Estado asiático a Cristina ayer por teléfono. La
Presidenta le agradeció y recordó que ambas naciones participan de la
construcción de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic y del ferrocarril
Belgrano Cargas.
La intención del Ejecutivo es, de esta forma, mostrar que
tiene apoyo externo y que se concreta en préstamos y obras. Por eso, los u$s
814 millones que se activaron ayer se mostrarán como una acumulación de
reservas. Sin embargo, esos fondos solo podrán utilizarse en el intercambio con
el gigante asiático.
Las dos vías por las que podrían cancelarse esos fondos,
expresados en yuanes, será para la vía financiera o para la comercial, es
decir, pagar importaciones desde China.
“La Argentina ha demostrado que tiene capacidad de acceso a
financiamiento para atender, complementando los recursos propios, sus pagos
comerciales y financieros externos”, aclaró el presidente del Central,
Alejandro Vanoli, que agregó: “La utilización del remanente del swap y de otras
fuentes de financiamiento se efectuara en función de la evaluación que se haga
de la evolución del escenario internacional y su impacto en nuestra economía”.
EL ACUERDO INICIAL
El convenio inicial, cuyos términos fueron acordados en
julio por Juan Carlos Fábrega, es por un swap de u$s 11.000 millones (el saldo
ahora es de u$s 10.186 millones), depositados en yuanes (convertibles a
dólares) y el préstamo es a tres años a una tasa del 6 por ciento.
“El BCRA ha solicitado un primer intercambio de monedas locales
por un importe equivalente a u$S 814 millones”, comunicó ayer la máxima
autoridad monetaria, que subrayó que acreditó “el monto equivalente en pesos a
favor del Banco Central de la República Popular de China”.
Vanoli espera que el swap sirva también para calmar el dólar
paralelo y el contado con liquidación, que volvieron a bajar los últimos días.
Según el economista, con la entrada de estos u$s 814 millones y los más de u$s
5.000 millones de los agroexportadoras podrá mantener el tipo de cambio en lo
que queda del año. Además, hoy se publicará la licitación para las compañías
que proveerán el servicio de 4G en el país, lo que aportará a las reservas unos
2.000 millones de dólares.
El gigante asiático implementó en los últimos años este tipo
de intercambios con varias economías de todo el mundo. El objetivo, expresado
en el Libro Blanco de ese país y en los proyectos quinquenales, es ganar
mercados a lo largo del globo, especialmente en los mercados productores de
materias primas. Por este motivo, son varios los expertos que opinan que este
tipo de herramientas dificulta la integración Cono Sur, ya que para cumplir con
el swap deben orientar su actividad hacia el país oriental.
Escribió Dario Gannio (BAE)