La Asignación Universal por Hijo (AUH) permitió garantizar un piso de ingreso para
todas las familias argentinas y contribuyó a fortalecer el acceso a otros
derechos básicos esenciales como la salud, la educación y el empleo.
"Es un beneficio de estricta justicia social, es una
política de Estado y una nueva concepción del Estado que viene a dar protección
a todos los argentinos", dijo el titular de la Anses, Diego Bossio, al
referirse al beneficio social, que alcanza ya a 3.524.924 niños de todo el
país.
El funcionario dijo que "la prioridad número uno
es proteger a los niños, que tengan derechos pero que también tengan
obligaciones".
Bossio anticipó algunos conceptos de un informe que están
realizando los equipos técnicos de Anses junto con el doctor en ciencias
económicas, escritor y consultor Bernardo Kliksberg.
Los resultados preliminares permiten advertir que "hay
notorias diferencias entre las familias que cobran y las que no cobran" el
beneficio.
Y en ese sentido enumeró diferencias en el consumo; en
aspectos de higiene y limpieza; pero especialmente en la escolarización:
"hay más chicos en la sala de 4 años", dijo Bossio y también aumentó
la incidencia -cerca de un 8%- en la escuela secundaria de los chicos que
reciben la AUH que quienes no la reciben.
Además, Bossio destacó que de la investigación se desprende
que las familias que reciben la AUH "tienden a buscar más trabajo" lo
que desmitifica muchos prejuicios.
"Estos estudios dan cuenta que en algunas familias el
25 por ciento de los ingresos es de la AUH y en algunos casos llega al
40", lo que "otorga una seguridad" en esos hogares, reivindicó
Bossio.
“Los cinco años son un buen momento para hacer balance tanto
de lo significa la AUH como de los retos pendientes”, aseguró a Télam.
Roxana Mazzola, magister en Administración y Políticas
Públicas del Centro de Estudios y Desarrollo de Políticas (CEDEP) y autora de
"Nuevo paradigma. La Asignación Universal por Hijo".
"Es un beneficio de estricta justicia social, es una
política de Estado y una nueva concepción del Estado que viene a dar protección
a todos los argentinos",
Diego Bossio La Asignación Universal por Hijo es un seguro
social por hijo menor de 18 años o discapacitado, al que puede acceder uno de
sus padres o tutores en caso de que ambos se encuentren desocupados y no
perciban subsidios, planes o pensiones; sean trabajadores informales,
temporarios o domésticos que ganan menos del salario mínimo; sean
monotributistas sociales o estén privados de su libertad.
El beneficio fue instituido por la presidenta Cristina
Fernández de Kirchner el 29 de octubre de 2009, a través del decreto 1602/09
que creó e incorporó a la Ley 24.714 este nuevo subsistema no contributivo de
asignaciones familiares que hoy alcanza a 3,524,924 niños.
La asignación se paga hasta un máximo de 5 hijos y para
tener derecho a la percepción del 20 por ciento que se retiene mensualmente se
debe acredirar, por cada uno de los niños, la vacunación, controles sanitarios,
y asistencia escolar.
A partir de mayo de 2011, las prestaciones se complementaron
con en lanzamiento de la Asignación Universal por Embarazo para protección
social (AUE), que se otorga a las futuras madres que se encuentren en las doce
o más semanas de gestación.
“Antes de la AUH había muchos hogares que no podían contar
con un monto estable todos los meses, y lo garantizó promoviendo a la vez el
acceso a la educación y a los controles salud. Y esto se fue articulando y con
otras políticas, como el Plan Nacer/Sumar o Progresar, permitiendo fortalecer
también el sistema de salud y de educación que tienen que estar en condiciones
de recibir nuevos chicos y atenderlos”, dijo.
Mazzola hizo hincapié en que la AUH implica “reconocer el
derecho a la seguridad social de la niñez” y “no es como un plan social de los
'90” porque este beneficio fue incluido “dentro del sistema de asignaciones
familiares de Argentina”, permitiendo que, si se le suman las que provienen del
empleo en el sector formal, “la cobertura de seguridad social sea hoy de más
del 80 por ciento” cuando, por ejemplo, en los '90 este universo era del 35 por
ciento.
La especialista consideró que la AUH “es una medida que
tiende a perfeccionarse cada vez”, al ir ampliando el universo de sus
beneficiarios y articulándose con otros programas, lo que constituye “una de
sus grandes potencialidades”.
En cuanto a los retos por delante, Mazzola mencionó la
necesidad de avanzar hacia una nueva ley de asignaciones familiares que iguale
los beneficios y requisitos del sistema formal con la AUH, derribar las
barreras de acceso y mejorar la comunicación para que no se perciba como un
plan.
(Télam)