Rubén, el hijo del testigo desaparecido pidió que la Justicia intervenga “para
que explique qué quiso decir al escribir el nombre de mi padre en un papel”
durante la lectura de la sentencia en el juicio por La Cacha.
Es que el viernes pasado, tras la lectura de la condena a
prisión perpetua del juicio por el centro clandestino de detención La Cacha, en
La Plata, Etchecolatz escribió en un pequeño papel “Jorge Julio López” e
intentó entregarlo a los jueces. Esa provocación, más
una serie de gestos que el represor propinó hacia el público presente, entre
quienes se encontraban las Abuelas de Plaza de Mayo, miembros de Hijos y de
otras organizaciones de derechos humanos, generó un fuerte revuelo en la sala
de audiencias.
El viernes pasado, tras la lectura de la condena a prisión
perpetua del juicio por el centro clandestino de detención La Cacha,
Etchecolatz escribió en un papel “Jorge Julio López” “Es un provocador. Lo hace
a propósito porque sabe que lo están mirando”, dijo Rubén López en
declaraciones formuladas a Télam y agregó que “también la provocaba a Estela
haciéndole caras”.
Sostuvo que “estaría bueno que los fiscales lo llamen y le
pregunten qué quiso hacer porque es un viejo provocador” y opinó que “más allá que
nosotros interpongamos alguna acción , la Justicia debería actuar de oficio”.
La imagen del escrito de Etchecolatz fue tomada por el
fotógrafo de Infojus, Leo Vaca, quien luego explicó "vi cómo Etchecolatz
miraba fijamente a Estela de Carlotto y a otros familiares. Entonces con sus
dedos de la mano derecha empezó a tamborilear sobre la rodilla y sacó un
papelito".
“En ese momento, lo
observé que está escribiendo y cuando hice foco, no pude creer lo que estaba
viendo. Después se levantó y se lo quiso entregar a los jueces, pero no lo
dejaron. Mostré la foto a otros colegas y a la gente que estaba allí y se
mordían los labios de la bronca. Fue un escándalo", detalló.
Del otro lado, se podía leer de nuevo el nombre del
desaparecido y la palabra "secuestrar".
Etchecolatz fue uno de los 15 genocidas condenados por el
Tribunal Oral Criminal N° 3 a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad
cometidos durante la última dictadura en el centro clandestino La Cacha.
El militar ya había recibido la pena máxima en 2006, y fue
el primer condenado en los Juicios por la Verdad. Durante su proceso, Julio
López brindó un testimonio clave.
Sin embargo, desapareció el 18 de septiembre de aquel año,
cuando se dirigía a la lectura de sentencia.
(Télam)