Se cumplen cuatro años del asesinato del militante del Partido
Obrero. Entrevista a su hermano, el diputado porteño Pablo Ferreyra.
Por José Cornejo
¿Qué cambió en estos
cuatro años desde el asesinato de tu hermano, Mariano? ¿En qué se avanzó?
Pablo Ferreyra: Se avanzó en lograr visibilidad para la
problemática de la tercerización, como forma de precarizar el trabajo. Se
avanzó en la investigación del caso, es un buen síntoma para la sociedad. El
caso reveló, a partir de las escuchas telefónicas que están en la causa,
vínculos entre funcionarios importantes del Poder Judicial, ex agentes de la
SIDE, etc. Esa causa que da cuenta de los sobornos que pagó José Pedraza. Casi
20 jueces se excusaron de tomar la causa, en la que está involucrado el juez
Eduardo Riggi. La causa sirvió también para dar cuenta del funcionamiento de la
corporación judicial y la necesidad de avanzar con la democratización de la
Justicia. Recientemente, negaron la excarcelación de Pedraza, lo que está bien
si se tiene en cuenta que hoy la mayoría de los detenidos pobres no tienen
posibilidad de acceder a ese derecho. Un ejemplo es el dirigente de Quebracho
Rubén Lescano, que tuvo que sufrir un ACV para que se la concedan.
Los datos más
negativos que describe entonces tienen que ver con la continuidad de la
corporación judicial y la tercerización como problema laboral.
PF: En el caso de la policía Federal hubo una primavera con
la llegada al ministerio de Seguridad de Nilda Garré, pero ya volvió la
impunidad policial, el fusilamiento de pibes. En muchas cosas se avanzaron.
Hubo una respuesta política muy importante. El kirchnerismo siempre da
respuestas políticas a problemáticas de este tipo. Su base de construcción
tiene que ver, entre otras cosas, con la política de no represión y la
militancia juvenil. La muerte de Mariano interpelaba todo eso. Después están
las corporaciones y los poderes fácticos. Por supuesto, es una gran noticia
tener a Pedraza preso aunque Casación no confirmó la condena. Tenemos un vaso
medio lleno.

PF: Hay varios proyectos, uno de Héctor Recalde, otro de
Facundo Moyano. Creo que se va a avanzar en alguno de esos proyectos. El
Ministerio de Trabajo está tomando el tema, sabe que es una problemática
importante. Sin embargo, tiene que generar herramientas para combatir ese
problema. Para eso debe desarrollar un mapeo que pueda identificar el trabajo
tercerizado. En el ámbito académico se generaron muchos estudios en la materia,
pienso en Victoria Basualdo, Paula Abal Medina o el CELS. Creo que a partir de
la visibilización del tema, hoy los trabajadores tercerizados conocen mejor su
situación. En muchos sentidos, Mariano es una bandera de lucha para muchos
trabajadores tercerizados.
¿Hay trabajadores
tercerizados que se identifican con la figura de Mariano?
PF: Sobre todo los ferroviarios, muchos de ellos pasaron a
planta después de que la causa se hiciera visible socialmente. Sigue el
problema y hay muchos trabajadores que siguen tercerizados. Pero se terminaron
las cooperativas truchas, que es una forma extrema de precarización. Se ha
combatido muy fuertemente eso. Ese es el extremo de la tercerización, pero
estamos hablando de un problema que tiene muchos aspectos, no sólo ese.
Van a modificar el
nombre de una calle y le van a poner “Mariano Ferreyra”. ¿Cuál es el impacto de
ese tipo de acciones?
PF: Sirve mucho. Si uno ve el mapa de lo que fue el
recorrido de Mariano ese día tiene mucho que ver con lo que fue su lucha. La
calle Bosch (que ahora cambiará el nombre) es por la que caminó Mariano y sus
compañeros y se enfrentaron con la patota de Pedraza. Del otro lado del puente,
hay una placa y va a haber una placa que la Legislatura porteña votó por
unanimidad. No solo lo reivindica como militante del Partido Obrero sino
también como luchador por una causa de los trabajadores.
Cerca del mural está
la estación que lleva los nombres de Kosteki y Santillán.
PF: Cuando uno ve que el cambio del nombre de la estación,
lo difícil que fue. Incluso Aníbal Fernández votó a favor cuando es señalado
por muchas organizaciones por su participación en el gobierno de Eduardo
Duhalde. Mirá todo lo que cambió en estos años. Esa distancia entre 2002 y la
actualidad es mucha. La estación y la calle corren paralelas. También hay
paralelismos con el 2001 pero también muchas diferencias.
Habló de todo lo que
pasó en estos años. ¿Qué imagina para después de 2015?
PF: El sistema político argentino se modificó por las luchas
de 2001. Néstor y Cristina recogieron esas luchas y empoderaron a los sectores
populares. Son hijos de 2001. Lo que no se modificó en estos años, como puede
ser la democratización del poder judicial o de las fuerzas de seguridad, no lo
va a hacer un gobierno que seguramente no va a reivindicar la militancia
popular. No lo va a hacer Scioli y menos aún Massa o Macri. Me parece que entre
ellos no hay mucha diferencia.
¿Ve un escenario
conflictivo?
PF: Sí. Es buena lección de volver a pensar el 2001. Se
termina una experiencia política. Hay toda una militancia juvenil que no es
hija del 2001, es hija del kirchnerismo. Hay que pensar en un puente
generacional entre los que vivimos el 2001 y los que se sumaron a la política
en estos años. Creo que hay que prepararse para un escenario adverso.
Igualmente me resisto a pensar que de esta experiencia política no vaya a
surgir un candidato más allá de Scioli. En ese sentido, es interesante la
postulación de Jorge Taiana.
Fuente: APU