Hace 9 años Hugo Chávez, Néstor
Kirchner y Luiz Inácio “Lula” Da Silva, derrotaron la intención de Estados
Unidos de incorporar a los pueblos de América Latina al Área de Libre Comercio
de las Américas (Alca).
Aunque la IV Cumbre de las Américas, que se celebró entre el 4 y el 5 de noviembre de 2005 en Mar
del Plata, Argentina, tenía una agenda centrada en el desarrollo regional, el
entonces presidente de Estados Unidos (EEUU), George W Bush, intentó lograr la aplicación
inmediata del Alca para continuar su proyecto imperialista, a través de la
expansión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte con el resto de
los estados del continente americano excluyendo a Cuba.
Este proyecto promovía la desigualdad entre las economías
hiperdesarrolladas del norte y las de Latinoamérica, con el objeto de llevar a
la desindustrialización a las economías regionales
Parte de los objetivos del Alca figuraban: generar acuerdos
internacionales que limitaran la capacidad de acción de los gobiernos
nacionales sobre su propia economía, medio ambiente y sociedad; crear normas
comerciales supranacionales que limitaran la capacidad de acción y control de
los gobiernos nacionales sobre las actividades de los inversores; así como
beneficiar a las transnacionales con acuerdos que redujeran los costos
salariales e impositivos de las corporaciones al mínimo.
También incluía que el Fondo Monetario Internacional (FMI) y
el Banco Mundial continuaran con la aplicación de programas de “ajuste
estructural”, un eufemismo que incluía recortes sociales y económicos en los
países endeudados para garantizar el pago de los intereses sobre deudas que
nunca podrán saldar.
CRUZADA POR LA
SOBERANÍA
Bush no contaba con que en el marco de este evento, los
líderes de izquierda emprenderían una cruzada por defender la soberanía de los
pueblo de América del Sur.
“Ellos lanzaron su propuesta de Alca a sabiendas que no
había consenso, contando con su poderío, para tratar de imponerse. Ellos iban a
tratar de arrollarnos”, narró el comandante Chávez durante el Aló Presidente
235, transmitido ese mismo año.
En paralelo a la Cumbre de las Américas se llevó a cabo la
III Cumbre de los Pueblos. A ella acudió un Chávez seguro e impetuoso, cargado
con la energía de los pueblos que se oponían a la continuidad de la opresión
imperialista.
La cita fue en el estadio José María Minella, donde el líder
socialista estuvo acompañado por el entonces candidato a la presidencia de
Bolivia, Evo Morales, y el futbolista argentino Diego Armando Maradona.
“Nosotros, camaradas, compañeros, amigas, amigos todos,
hemos venido aquí hoy a muchas cosas, a caminar, a marchar, a saltar, a cantar,
a gritar, a luchar, pero entre tantas cosas de las que hoy hemos venido a hacer
aquí en Mar del Plata hoy y cada uno de nosotros trajo una pala, una pala de
enterrador, porque aquí en Mar del Plata está la tumba del Alca”, afirmó el
comandante.
“Vamos a decirlo: ¡Alca, Alca, al carajo!, ¡Alca, Alca, al
carajo!”, expresó con fuerza Chávez, quien fue seguido de inmediato por la gran
multitud que lo aclamaban. La misma que, pese a la lluvia, permanecía en el
estadio.
En su potente discurso revolucionario, reafirmó rechazo de
los líderes de la región al Alca e invitó a los asistentes a ser partícipes del
entierro de esa criminal iniciativa.
“¿Quién enterró al Alca? Los pueblos de América enterramos
al Alca, hoy, aquí en Mar del Plata”, expresó ante la concentración.
En su intervención, también llamó a la unidad suramericana
para seguir luchando por hacer frente a la doctrina imperialista y lograr
enterrar también al capitalismo.
“Thomas Jefferson, uno de los creadores de aquel Estado
norteamericano, dijo que Estados Unidos tenía como destino tragarse, –así mismo
lo dijo, con esa expresión– tragarse una a una las nacientes repúblicas antes
colonias españolas, desde entonces viene el plan anexionista, colonialista de
Estados Unidos, así que nosotros no sólo debemos ser enterradores del Alca sino
enterradores y en mucha mayor dimensión, complejidad y profundidad, del modelo
capitalista neoliberal que desde Washington arremete contra nuestros pueblos
desde hace tanto tiempo”, expresó.
En Mar de Plata el líder revolucionario planteó impulsar en
la región la hoy Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América
(Alba), como alternativa al Alca.
“El Alca lo que busca es consolidar el poder económico de
las grandes transnacionales y de las élites que han dominado estos países
durante mucho tiempo; el Alba busca la liberación de los pueblos, la
redistribución del ingreso de nuestros pueblos, la igualdad, el cambio del
modelo económico productivo, la inclusión social, que no haya excluidos”,
explicó.
CAMINO A LA
INTEGRACIÓN
La derrota del Alca marcó el camino a la consolidación de
organismos regionales, como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra
América (Alba), nacida en 2004 gracias a Cuba y Venezuela.
Asimismo, incidió en la creación del mecanismo de cooperación
energética Petrocaribe en 2006 y de la Unión de Naciones Suramericanas
(Unasur),en 2008, como un espacio de integración y unión en lo cultural,
social, económico y político.
Mientras que para unir a la América del Sur con América
Central y el Caribe, se creó la Comunidad de Estados Latinoamericanos y
Caribeños (Celac), cuyo alumbramiento fue en Caracas, a principios de diciembre
de 2011.