Los principales diarios internacionales colocaron en portada
el acuerdo alcanzado entre Washington y La Habana que pondría fin a la política de
bloqueo norteamericano.
El acuerdo alcanzado, que pone fin a una política sostenida
por Estados Unidos durante 50 años, reanuda las relaciones diplomáticas entre
ambos países. En la misma linea, se aguarda por un levantamiento del bloqueo
económico que acompañó el aislamiento internacional de La Habana.
El principal paso que significó el entendimiento implicó la
liberación en Cuba del empresario norteamericano Alan Gross, quien había sido
condenado a una pena de 15 años de prisión por atentado contra la seguridad del
Estado.
Del mismo modo, el gobierno norteamericano liberó a 3 de los
5 detenidos que quedaban en el país, acusados de llevar adelante tareas de
espionaje para el gobierno cubano.
La noticia fue recogida positivamente en la mayoría de la
comunidad internacional que bregaba por una salida diplomática al conflicto.
Sin embargo, se espera que los republicanos lleven adelante una
política furiosa de oposición al viraje implementado por el presidente
norteamericano, Barack Obama.
Raúl Castro y Barack Obama fueron los encargados de informar sobre el reestablecimiento de los vínculos diplomáticos. El mandatario estadounidense prometió tratar en el Congreso el levantamiento del bloqueo a la isla. El acuerdo se selló con un intercambio de detenidos.
Gobiernos de todo el mundo y de todas las tendencias políticas celebraron la noticia. Las repercusiones en la Argentina. Durante una alocución televisada, Castro dio a conocer la noticia y agradeció, también, las gestiones realizadas por el Vaticano, que permitieron la liberación de un agente estadounidense y de tres ciudadanos cubanos presos desde hace 13 años en Estados Unidos, dos de los principales obstáculos en las relaciones diplomáticas entre ambos países. Además, el acuerdo incluyó el envío a Washington de un espía norteamericano no identificado, de quien sólo se dijo que estaba detenido en La Habana "desde hacía varios años". Obama, en tanto, hablaba desde la Casa Blanca, mientras sus voceros daban a conocer un documento titulado "Un nuevo rumbo para Cuba" en el que se admite el fracaso del bloqueo y se anuncian las medidas dispuestas por el presidente.
Castro pidió además el levantamiento del embargo que aplica
EE UU a Cuba desde hace mas de 50 años, al cual describió como un
"bloqueo" que en Washington "se ha hecho ley", pero que
Obama, pese a ello, podría aliviar como presidente. Precisamente, el mandatario
estadounidense instó al Congreso de su país que plantee un debate en serio
sobre se punto. Sólo el Capitolio puede dictar una ley que modifique la
situación.
Castro reveló que el martes había hablado telefónicamente
con Obama y se refirió al "buen clima" actual, pero agregó que todavía
persisten profundas diferencias en temas esenciales, como el de los Derechos
Humanos y "cuestiones de soberanía". A esta altura, los operadores
turísticos estadounidenses ya se frotaban las manos con la flexibilización de
los viajes y las posibilidades de emplear en Cuba las tarjetas de débito y
crédito de Estados Unidos, mientras el secretario de Estado, John Kerry,
admitía: "No veo la hora de visitar La Habana."
La noticia tuvo un impacto inmediato en la población. Muchos
se detuvieron en los espacios públicos para escuchar y comentar la alocución
presidencial o se iban enterando de la novedad por el boca a boca. Otros se
transmitían la noticia por teléfono o se asomaban a las puertas de sus lugares
de trabajo para comentar con los vecinos y transeúntes. Un grupo de estudiantes
de la Universidad de La Habana salió a las calles céntricas enarbolando
banderas y dando vivas a la revolución, "que con su dignidad derrotó a la
soberbia imperialista".
"Raúl, Fidel, Obama y el Papa Francisco se han cubierto
de gloria, está abierto el camino, qué bueno, tengo 71 años y esperaba esta
noticia desde que era un jovencito", dijo Gabriel Serrano. En las
inmediaciones de La Habana Vieja, aledañas a la Catedral, la gente salió a los
portales. "En las aceras, en las entradas de los negocios o en las
escuelas primarias se congregaron grandes grupos que comentaron emocionadamente
la noticia, con risas y movimientos expresivos de sus manos", describió
Andrea Rodríguez, una corresponsal de la agencia AP.
El acuerdo se selló con la liberación del agente Alan Gross y de los tres cubanos que estaban en
una prisión estadounidense. Gross había sido detenido en 2009, cuando enviado
por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), y
sin la autorización pertinente, trató de ingresar de contrabando unos
sofisticados equipos de telecomunicaciones no abiertos al uso civil. Fue
condenado a 15 años de prisión. Los tres cubanos integraban un equipo de cinco
–"Los 5 héroes" los llamaron– llegado a Miami para seguir las
actividades de los grupos violentos del exilio. Fueron condenados a 13 años de
cárcel.
El anuncio del acuerdo se hizo el día después de que el Congreso concluyera su periodo de sesiones ordinarias y semanas antes de que los republicanos tomen el control de ambas ramas legislativas, en enero. También se da después de que sendas investigaciones de AP revelaran programas encubiertos de la USAID, incluido un plan para establecer un servicio clandestino similar al Twitter y otro para reclutar a cantantes cubanos de hip-hop, en ambos casos para provocar acciones desestabilizadoras. The New York Times también publicó una serie de editoriales en los que llamó a un cambio en la política hacia Cuba. Ayer, el jefe de la USAID, Rajiv Shah, anunció sorpresivamente su renuncia