Tras el hallazgo de un documental anónimo presentado por el cineasta Fernando Martín Peña en su programa Filmoteca, se conoció que el autor era el periodista y dramaturgo Walter Operto.
La Televisión Pública, puso al aire un cortometraje cuyo título es "San Perón". Como la película no tiene créditos, se desconocía la identidad de sus realizadores. Se sabía por el contenido del mismo, que se habría filmado en 1973, antes de la elecciones que llevó a Héctor J. Cámpora a la presidencia de la Nación. Con la difusión del corto, a los pocos días se conoció que el periodista y dramaturgo Walter Operto fue el autor de la idea y quien realizó la entrevista a la persona que sale en el film.
La realización muestra a una mujer, Norma Teresa Cuevas de Aresta, una joven madre de 37 años que no duda en decir que era peronista y esperaba que el nuevo gobierno le diera la posibilidad de un presente mejor para ella y sus 17 hijos.
LA ENTREVISTA DE VÍCTOR HUGO MORALES A WALTER OPERTO

-Es extraordinario saludarlo Walter, muy buenos días.
-Es doblemente extraordinario estar con ustedes, Víctor
Hugo. Soy un oyente de todas las mañanas, pero justo esta mañana estuve
ausente. Se me llenó el teléfono celular (con llamados) de amigos, "te
están buscando, te están buscando, por el tema del video". Realmente fue
un hallazgo emocionante y agradezco a Carlos Müller como a Fernando Martín Peña
que lo pasaron por Filmoteca. Hay una cosa muy linda y rotunda que dijo Peña al
final de la exhibición del corto "quién no se conmueve con esto, es porque
está muerto."
-Eso es absolutamente cierto. ¿Cómo fue su historia, cómo es que conocía
a esta señora Norma?
Yo trabajaba en la revista Así, en la editorial Sarmiento,
la editorial de Héctor Ricardo García, un gigante del periodismo argentino.
Había conocido a esta mujer en una búsqueda de historias de vidas que yo hacía
por esos años, los años setenta, para la revista. La conocía a Norma, a sus
hijos, su vida sacrificada pero digna, dignísima, no recuerdo si esto fue en
San Martín o Florencio Varela. La conocía a ella y cuando llega la época de lo
que nosotros llamamos "la primavera camporista" asume la dirección de
Canal 7 otro gran compañero y artista, el director de teatro Juan Carlos Gené.
Él invita a compañeros que estábamos trabajando, como Héctor Aure y un
emblemático de aquella época como Oscar Rovito. Nos invita a participar, quería
el cambio de pantalla del canal, una pantalla que respondiera a las
expectativas que se abrían después de la dictadura militar, de un país mejor,
más justo, más igual.
En ese tiempo, me parecía que las historias de estas vidas
sacrificadas eran ejemplares. Eran ejemplos que podían ocupar con dignidad la
pantalla de Canal 7. Así fue como le di una serie de ideas de historias de
vidas populares a Gené. Él eligió esta primera historia, la de la madre de 17
hijos, creo que el camino fue así: se la dio a Aure que formaba parte del
equipo de Canal 7. Yo militaba, no en la agrupación "Podestá" como lo
hacían Aure y Gené, pero también militaba en el campo de la cultura popular con
otros compañeros, y lo conocía a Juan Carlos por el teatro porque también soy
teatrista. Así que le llevé esa idea, lo entusiasmó y lo pusimos en marcha. Lo
hicimos, fueron dos o tres días que acompañamos, desde el amanecer hasta el
atardecer, la vida de esta familia, de los Aresta y tomamos su testimonio en
primera persona. Ella es la gran autora de ese video, nosotros fuimos de alguna
manera sus puentes.
El hallazgo, después de 41 años, para mí también fue una
gran sorpresa, porque siempre recordaba ese material... Bueno, esto está
saliendo un poquito desordenado porque todavía mantengo la emoción del hallazgo
y lo que significó para nosotros como generación, para mí en particular como
periodista, y creo que esto lo comparte también Héctor Aure. Haberse recuperado
ese testimonio tan grande, tan enorme de esta mujer, que debería estar en el
museo latinoamericano que no hace mucho inauguró nuestra presidenta, porque
desde su humildad tiene la estatura también de una de las gigantes que lucharon
por liberación y por la dignidad en Latinoamérica. Ojalá que Norma Teresa
Cuevas de Aresta pueda encontrar un lugarcito, en ese museo.
-¿Sabe que ella murió cinco años después de la nota?
-Sí, lo sentí muchísimo porque yo soñaba con una foto de
todos nosotros, con ella y sus hijos viviendo un tiempo distinto a aquél. Para
aquellos que lo hayan visto (al docuemtal), les digo que iba a tener una
segunda etapa. Hablé con el secretario de la gobernación, del gobernador electo
de Entre Ríos en el ´73, y le comuniqué que acá en el Gran Buenos Aires estaba
esta familia que vivía del cirujeo, pero que ellos soñaban con fábricas y con
tierras para trabajarla. Recuerdo que el gobernador en ese momento tuvo la
voluntad de ir a buscarlos y les ofreció tierras para que la trabajen. Así que
la segunda parte de este video que quedó inconcluso iba a ser la de ellos
dignificados por el trabajo en la tierra, en Entre Ríos.
-Ellos se fueron a Entre Ríos, allí tuvieron su casa, Perón les dió su
casa, según nos contaba el hijo...
-Ah, me emociona enormemente, porque yo desconocía si el
gobernador (Enrique Tomás Cresto) había cumplido con esa promesa.
-Se criaron muy bien los hijos, después tuvieron un hijo más, llegó a
18 y de los cuales fallecieron tres. Están distribuidos entre Buenos Aires,
Quilmes y muchos de ellos en la provincia de Entre Ríos.
-Y otro creo que está en Campana...
-Mire que uno se va curtiendo de ver cosas, como le habrá pasado a
usted Walter. No hace mucho volví a leer, seguramente también la había leído en
su momento, porque era consumidor de todo lo que hacía el gran Héctor Ricardo
García, la revista Así. Me pasaba en Crónica cuando venía de Colonia a aquí.
Pero, reencontré su nota de cómo mataron a El Ché, hace no demasiado tiempo, la
tengo bastante fresca, hará dos años, tres años, pero no me había quedado el
nombre suyo. Cuando hoy, con rapidez mi compañero Jorge Elías al nombrarlo hace
esa referencia, tengo de esa cobertura que usted había realizado un recuerdo verdaderamente
extraordinario, así que me halaga mucho que haya dicho que escucha La Mañana y
ver que su sensibilidad camina, porque mire que casualidad, la nota a Norma la
muestra a ella como una mujer especial.
Así que me siento muy robustecido, ha sido una gran mañana gracias a
ese reencuentro con un material fílmico que es excepcional, lo van a ver
seguramente un par de millones de personas a medida que esto corra. Yo quiero
hacer mi programa de Bajada de Línea del domingo en base a todo esto, quizás lo
molesten para hacer alguna notita, sé que no va a ser una molestia. Estoy
cerrando un programa que me ha dado muchísima felicidad. Le agradezco y renuevo
la admiración de lo que conozco de usted, seguramente habré conocido más cosas
suyas que ahora no recuerdo, más que lo
de la muerte del Che y ahora este trabajo. Haber detectado a esa mujer, haber
sabido lo que había detrás de esa mujer, lo que era ella, su historia y cómo
era capaz de contarla, un personaje gigante para una película documental.
-Así es Víctor Hugo, yo pienso de la misma manera, en
nuestra profesión siempre hablamos de si somos militantes o no somos
militantes, si somos objetivos o somos subjetivos... pero fundamentalmente
somos seres humanos los periodistas y no podemos ocultar en ningún lugar de
nuestro cuerpo la sensibilidad. Es decir, un periodista no sensible
parafraseando a Martín Peña creo que es un muerto.
-¿Está en actividad actualmente Walter?
-Estuve en actividad hasta no hace mucho tiempo, pero digo
que sí, y que ahora soy más independiente que nunca a través de las redes
sociales, con twitter y facebook. Siempre fui un periodista muy independiente
por eso trabajé en la revista Así, también trabajé en Télam y ahí me sentí muy
independiente también. En el único lugar donde los periodistas dejan de ser
independientes, está lleno de ejemplos, suele ser en las empresas privadas.
Parece una contradicción, pero no lo es.
-Es así, no lo dude, es así. En cualquier empresa privada de periodismo
las cosas caminan por el cordón por donde camina el criterio de sus intereses.
Bueno, un gran abrazo Walter.
-Un gran abrazo Víctor, para mí es una gran emoción tener
este diálogo. Le doy un mensaje final, lo esperan en el Centro Cultural El
Solar de las Artes de la ciudad de Santa Fe.
-Ahí iré con mucho gusto, seguramente vamos a hablar durante la semana
así me lo pasa bien en limpio.
-Son unos amigos de Santa Fe que se enteraron de la
posibilidad de que tuviéramos este diálogo y me pidieron que por favor le
comunicara eso.
-Bueno, ya con su gestión está dado el sí, sea como sea. Así que le
mando un gran abrazo.
(eh! Agenda Urbana)
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