Una vez finalizado el acto en Casa de Gobierno, la Presidenta Cristina Fernández decidió salir al palco montado frente a Plaza de Mayo donde se encontraba una multud de manifestantes que habían permanecido allí a pesar de la lluvia y el viento.
"Cuando los miro, cuando los escucho, cuando los veo cantar y
aguantar como han aguantado lluvia, viento y granizo, les digo que nos quieren
correr con unos buitres desplumados, con ríos de calumnias y de injurias,
jamás. Esta es la plaza del amor, es la plaza del aguante, de la democracia, es
la plaza de todos los argentinos.
Yo quiero, en serio, porque hoy cuando muy temprano veía
entrar las columnas de jóvenes, miles y miles…
No tengan miedo, porque ustedes son el legado más
importante. Algunos creen que puedo constituir alguna amenaza para el futuro o
para algunos. No, que no se equivoquen.
Si traicionan las banderas, si vuelven a querer restaurar un
orden conservador, no voy a ser yo el problema. El problema van a ser ustedes
porque crecieron en un país distinto. Se equivocan, no voy a ser yo el
problema, el problema van a ser los millones de trabajadores que consiguieron
trabajo, el problema van a ser los millones de jóvenes que por primera vez
tuvieron un empleo, una computadora o pudieron ir a la universidad a pocas
cuadras de su casa. El problema van a ser millones de jubilados incorporados a
sus derechos y que dos veces al año le reajustan sus jubilaciones. El problema
van a ser los miles de científicos y científicas que por primera vez sienten
que la patria, que su país los tiene en cuenta y les da los instrumentos y los
elementos para llevar a cabo sus ilusiones, sus estudios y devolverle al país
lo que el país le ha dado a ellos a través de la universidad nacional, pública
y gratuita.
El problema, el problema no voy a ser yo, van a ser
inclusive, algunos de los que hoy no me quieren y que no se dan cuenta que lo
que se logró no fue solamente por mérito del trabajo, sino porque hay un
proyecto de país que incluye, que dignifica, que moviliza y que permite
progresar en la vida cotidiana.
Por eso, yo les pido a todos los argentinos que tengamos una
perspectiva histórica, una mira retrospectiva, que no significa anclarse en el
pasado. Pero para poder seguir manejando hacia adelante, hay que mirar el
espejo retrovisor del auto, porque sino podés chocar el auto y el país.
Por eso, a los que creen que corriéndome y hostigándome van
a eliminar un problema, creo que en realidad, tampoco conocen la historia. No
conocen la historia de quienes fueron proscriptos hasta por el nombre, de los
que fueron acusados de delitos imposibles.
El otro día leía en un diario cuando hasta a Perón lo
acusaron de estupro. Sí, hasta eso hicieron con el peronismo, prohibirlo,
denigrarlo. Y, sin embargo, pudo estar vivo y sigue estando vivo en miles y
miles de jóvenes, inclusive, en aquellos que sin ser peronistas, reconocen en
el movimiento social fundado por Perón y por Evita, un importante vector de la
transformación y del cambio en la República Argentina.
¡Qué hermosa noche, qué hermosa noche después de la lluvia!
Después de la lluvia y la tormenta, es como que todo se torna más calmo, más
tranquilo y podemos percibirnos los unos con los otros.
Muchos de ustedes deben de estar tal vez empapados porque
tuvieron aquí o se refugiaron de la lluvia. Pero quiero agradecerles con todo
mi corazón esta presencia masiva, jóvenes que como decía adentro, muchos no
tienen ni siquiera la edad de la democracia y otros, tal vez, como muchos
estudiantes secundarios, tenían 3, 4, 5 años a lo sumo cuando Néstor Kirchner
asumió el gobierno.
Tal vez, como Casey Wander, ese rubiecito de ojos celestes
que tanto les molestó a algunos, que había nacido en el 2003. ¿Saben por qué
les molesto? Lo conocí, no saben lo qué es. Lo recibí aquí, en la Casa de
Gobierno, sin fotos y sin cámaras, para que esos buitres mediáticos, no se
ensañaran con un chico que piensa y que siente a su patria.
¿Saben qué les molestó de Casey Wander? Que fuera rubio, que
tuviera ojos celestes y que además se llamara Casey Wander. Era demasiado, no
da con el cliché, no da con el modelo del que viene por el choripan y la Coca,
no da con el modelo. Eso es lo que los volvió locos, porque no entienden el
modelo, porque no los entienden a ustedes y porque nunca entendieron ni
entenderán nada desgraciadamente.
Porque cuánto me gustaría, cuánto desearía, no ya como
Presidenta, sino como militante política, como ciudadana que aún aquellos que
no comulguen con nuestras ideas, que aún aquellos que tengan una historia
diferente, que aún aquellos que piensen que está mal todo lo que hacemos,
pudiéramos discutirlo civilizadamente, sin insultos, sin calumnias, sin
injurias, sin denuncia. Porque, ¿sabés qué? Me parece que cuando vos insultás,
calumniás, denunciás, injuriás es porque te faltan razones para discutirle al
que tenés al frente. Yo quiero que me den razones, por favor, basadas en resultados,
basadas en la historia, no en eslogans o construcciones.
Por eso, quiero agradecerles esta plaza maravillosa y
además, ¿saben qué? Es todo un símbolo, es la reafirmación de nosotros aquí en
este lugar fundante de los argentinos que es la Plaza de Mayo.
Ni la lluvia ni el viento ni la fuerza de la naturaleza ni
ninguna otra fuerza, podrán jamás quitarnos esta historia. Porque esta
historia, es la historia del pueblo argentino, de sus luchas, de sus caídos,
desde San Martín, desde Belgrano, desde Moreno, desde Rosas y de todos los
hombres y mujeres que entregaron sus vidas por una patria mejor, porque la
patria, compatriotas, la patria sigue siendo siempre el otro.