Las Abuelas de Plaza de Mayo informaron con enorme alegría
que encontraron al hijo de Ana Rubel y Hugo Alberto Castro. Ana fue secuestrada
en enero de 1977 con un embarazo de dos meses y dio a luz cinco meses más tarde
durante su cautiverio en la ESMA.
LOS PADRES
Ana nació el 27 de julio de 1949 en Resistencia, Chaco. Su
familia le decía "Ani". Hugo nació en San Isidro, provincia de Buenos
Aires, el 1° de septiembre de 1951. Ambos militaban en las FAL. Ana era
estudiante de Ciencias Económicas y trabajaba en el Laboratorio Bagó, mientras
que Hugo era maestro mayor de obras y estudiante de Arquitectura.
Hugo fue secuestrado el 15 de enero de 1977 en la vía
pública cuando iba en su auto. Dos o tres días más tarde fue detenida ella por
el Ejército en su domicilio de Villa Crespo, en la Capital Federal. La pareja
permaneció detenida en algún centro clandestino de detención dependiente del
Ejército hasta que Ana fue trasladada a la ESMA. En la enfermería del sótano,
dio a luz a su hijo que nació sietemesino y con un peso de menos de dos kilos.
Las sobrevivientes Sara Solarz de Osatinsky y Alicia Milia presenciaron el
parto que fue atendido por un médico de la ESMA. El niño fue separado de su
madre y apropiado. Ana y Hugo permanecen desaparecidos.
LAS BÚSQUEDAS
La familia Castro buscó a Hugo, a su mujer y al niño desde
un primer momento. Sabían que estaba esperando un hijo con su nueva pareja a
quien aún no conocían. Su denuncia data del año 1984. Por su parte, los Rubel
sólo buscaban a Ana ya que desconocían que ella estaba embarazada y que había
formado pareja con Hugo Castro.
El 18 de enero de 1977 la familia Rubel recibió un telegrama
donde les informaban que debían viajar a Buenos Aires porque su hija se
encontraba muy enferma y ese mismo día partieron desde Resistencia. Al llegar
no dieron con ella pero sí encontraron su departamento violentado y revuelto.
Como el resto de los familiares de desaparecidos, presentaron denuncias en
organismos públicos y habeas corpus en la justicia pero sin resultados. La familia
Rubel ya había padecido el terrorismo de Estado: el hermano de Ana, Oscar
Rubel, había sido asesinado en 1974.
Ahora bien, el vínculo entre Ana y Hugo pudo ser corroborado
30 años después por la investigación de la Comisión Nacional por el Derecho a
la Identidad (Conadi) y las declaraciones de los sobrevivientes de la ESMA.
Recién entonces quedó confirmado que la mujer mencionada en las denuncias como
"Ana de Castro" era Ana Rubel de Castro.
Sabido esto, Perla Rubel, la hermana de Ana, se comunicó con
su prima Delia Susana Horowitz, quien había sido la última persona en estar con
ella antes de que la secuestraran. Delia le ratificó que ese día, 17 de enero
de 1977, Ana le había contado que estaba embarazada.
Como los padres de Ana ya habían fallecido, a pedido de
Abuelas se realizó la exhumación de sus cuerpos para obtener material genético
e incorporarlo al Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG). De esta manera, en
2008 pudo completarse el perfil genético del grupo familiar Castro Rubel.
EL NIETO 116
El hijo de Ana Rubel y Hugo Castro se enteró en agosto de
este año que no era hijo de quienes decían ser sus padres. Al principio le
negaron información pero finalmente el hombre que lo crió -médico de profesión-
le confesó que durante una de sus guardias en el Hospital Pedro Elizalde, dos
hombres entraron con un bebé prematuro en brazos y que como nadie lo reclamaba
se lo quedó. El niño fue inscripto como hijo propio y es por eso que hasta hace
tres meses no dudaba de su identidad.
El joven se acercó a Abuelas de Plaza de Mayo el 16 de
octubre último para comenzar la búsqueda sobre su origen. Fue recibido por
miembros del equipo de Presentación Espontánea de la institución, quienes de
inmediato solicitaron a la Conadi la realización "urgente" del examen
de ADN.
El 4 del corriente mes, el BNDG informó el resultado y el
joven recibió la noticia con alegría y tranquilidad. Habló con sus tíos por
teléfono y conoció personalmente a Alicia Milia, la compañera de cautiverio de
su madre que lo vio nacer.
En el comunicado de Abuelas se menciona en el comunicado: “Una
vez más brindamos por la libertad de un nuevo nieto que se atreve a conocer su
verdad y alentamos a todos aquellos que puedan aportar información sobre
posibles hombres y mujeres que estén en la misma situación. Esperamos de
corazón que su decisión empuje a otros a acercarse y a encontrarse con sus
familias que los buscan desde hace más de 37 años.”