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El dirigente radical Leopoldo Moreau |
En su facebook, Moreau, escribió: “Voy a publicar dos notas.
Una del diario La Nación, indudable opositor al gobierno. Otra del diario
Página 12, sin duda con posiciones cercanas al oficialismo. Cada una en su
estilo y con sus características saca más o menos la misma conclusión: Nisman
estaba parado en el centro de un dispositivo que lo controlaba y lo término
superando. Su decisión no puede separarse de los desplazamientos -será otra cuestión
discutir si tardíos o no- que el gobierno dispuso en la ex SIDE el 17 de
diciembre y de la simultánea resolución de la Cámara Federal porteña que el 20
de diciembre dispuso que el juicio oral por el encubrimiento del atentado a la
AMIA se inicie en el mes de junio. Precisamente en ese encubrimiento están
involucrados esos mismos elementos de la ex SIDE. Algo tenían que hacer.
Los militantes políticos, los ciudadanos, mis amigos o
quienes no lo son deben frenarse un segundo a reflexionar. Hay que alejarse de
los que están más ansiosos por provocar un cacerolazo que por conocer la
verdad. Yo creo que poco a poco se verá con más claridad el entramado de esta
tragedia que desde 1994 vive la sociedad argentina con la falta de
esclarecimiento respecto al atentado en la AMIA. Si la democracia lo hizo con
la represión ilegal también lo haremos con esto. Mientras tanto no hagamos el
juego a los que quieren encubrir el encubrimiento.”
Reproducimos a continuación el artículo de diario La Nación citado por Moreau:
Reproducimos a continuación el artículo de diario La Nación citado por Moreau:
STIUSSO, LA PESADA SOMBRA QUE ACOMPAÑÓ LA LABOR DEL FISCAL
El apogeo y la caída del todopoderoso ex agente de la Secretaría de Inteligencia coincidieron con las de Nisman.
Por Jorge Urien
Berri | LA NACION
La figura de Antonio Stiusso, el todopoderoso ex director de
Contrainteligencia de la Secretaría de Inteligencia, la ex SIDE, acompañó como
un fantasma la labor de Alberto Nisman en la causa AMIA.
Esa compañía le permitió al fiscal presentar extensos
escritos, pero también constituyó su principal talón de Aquiles, porque no todo
material de Inteligencia tiene validez probatoria en un proceso judicial.
Algunos observadores consideran que la SIDE, que debería haber funcionado como
auxiliar de la Justicia para investigar el peor atentado de la historia
argentina, se convirtió, en los hechos, en el conductor de la pesquisa de la
Unidad Fiscal AMIA, a cuyo frente Néstor Kirchner había nombrado a Nisman en
2004.
"Pibe, vas a trabajar con éste", le dijo Kirchner
señalando a Stiusso, el superagente que ingresó en la central de Inteligencia
antes de la dictadura para ascender durante los distintos gobiernos hasta
convertirse en el hombre más poderoso de la SIDE, el conocedor de los secretos
de gobernantes, jueces, empresarios y periodistas. Suele repetirse que esos
secretos y sus respaldos fílmicos o documentales explicaban su imbatible
permanencia.
Al igual que a Nisman, la causa AMIA catapultó a Stiusso a
la fama, y al igual que a Nisman, luego ocasionó o contribuyó a su caída. La
causa le proporcionó al espía más y mejores contactos con el FBI, la CIA, el
Mossad israelí y los servicios alemanes. Los WikiLeaks prueban que la línea de
investigación promovida por Washington por medio de su embajada en Buenos Aires
consistía en culpar a Irán. Era la línea que llevó adelante Stiusso y, por lo
tanto, Nisman. Algunos cables de la embajada muestran al fiscal en una actitud
de acatamiento a la voluntad de los norteamericanos.
El acuerdo firmado por el Gobierno con Irán representó un
golpe para Stiusso y Nisman porque puso en duda lo actuado en la causa hasta
entonces. Luego, el asesinato a manos de policías bonaerenses del agente Pedro
Tomás "Lauchón" Viale, hombre de la máxima confianza de Stiusso, lo
dejó herido. Al mismo tiempo, su enfrentamiento con Fernando Pocino, director
de Reunión Interior y quizás el único jefe de la ex SIDE en el que confiaba
Cristian Kirchner, parecía inclinarse en favor de Pocino. Finalmente, una
inaudita entrevista que Stiusso concedió a Perfil marcó el punto final de su
larga trayectoria en la secretaría, pero seguramente no en el mundo de la
Inteligencia.
Cuando la Presidenta removió la cúpula de la ex SIDE, los
observadores tildaron de cosmético el cambio si Stiusso seguía allí. Poco
después fue removido. De ahí que algunos especulan que podría estar detrás de
la grave acusación de Nisman a Cristina Kirchner.
También Nisman sabía que su suerte como fiscal de la causa
AMIA llegaba a su fin sin el respaldo de Stiusso y con Juan Martín Mena como
segundo de Oscar Parrilli en la ex SIDE. Mena es considerado un promotor del
acuerdo con Irán. Tal vez por esa razón el fiscal apuró la denuncia basada en
escuchas telefónicas, pero pronto comprobó que no recibía respaldo judicial ni
el apoyo de la AMIA y la DAIA, y que el ex jefe de Interpol lo desmentía.
CAUSA CONTAMINADA
Sólo una investigación judicial seria demostrará si sus
pruebas eran válidas o no. Es el eterno dilema en la causa AMIA, contaminada
hasta por los servicios desde el atentado de 1994. Peor aún: con la
participación de la Inteligencia, la investigación se convirtió en un campo de
batalla política en el que entraban y salían pistas y líneas de investigación
para beneficiar o perjudicar a distintos actores políticos.
Con la acusación de Nisman a la Presidenta, al canciller
Timerman, al diputado Larroque y a otros dirigentes del kirchnerismo la causa
adquirió un mayor voltaje político, y más tras la muerte del fiscal.
Mientras tanto, pocos, muy pocos tienen en cuenta a los 85
muertos en el atentado y a los familiares que desde 1994 esperan en vano una
justicia que siempre les fue esquiva y que cada vez parece más lejana.
"JAIME"
(Artículo publicado en diario La Nación)