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Cristina Fernández junto haciendo los anuncios junto a los ministros Capitanich y Sileoni |
Con el caso Nisman como marco político, la mandataria afirmó
que el país "no va a aceptar a ningún Braden más". Volvió a hablarle
a la militancia en los patios de la Rosada: "Somos el amor a la Patria,
dejemos de lado el odio."
Ana Clara Pérez Cotten
La Argentina no es el patio trasero de ningún país del
mundo. Este es un país soberano en el que respetamos a todos pero no vamos a
aceptar a ningún Braden más", advirtió ayer la presidenta Cristina
Fernández durante su regreso político a la Casa Rosada después de su visita a
China, en una clara alusión al papel que el oficialismo atribuye a los Estados
Unidos frente la investigación del caso Nisman.
Tras repasar por cadena nacional una batería de anuncios, la
mandataria cuestionó de forma elíptica la marcha del silencio convocada por
fiscales y dirigentes de la oposición para pedir el esclarecimiento de la
muerte del fiscal Alberto Nisman.
En una clara intención de demostrar fuerza y unidad, ayer la
Casa Rosada estaba repleta. Los militantes coparon los patios y los
funcionarios, el Salón Mujeres del Bicentenario, desde donde la jefa de Estado
habló durante 50 minutos. Fiel al clima que se vivió en los patios internos, la
cadena arrancó con una ovación futbolera.
A pocos días del comienzo del ciclo
lectivo, Cristina entregó la segunda etapa del fondo para reparaciones menores,
equipamiento y mobiliario educativo, y anunció un aumento de la ayuda escolar
anual del 37,25% que beneficiará a 3.227.000 niños y a 2.016.800 familias
argentinas (ver aparte). También entregó al titular de la Unión Obrera
Metalúrgica (UOM), Antonio Caló, el documento por el cual el Estado le cede
terrenos para la construcción de centros de recreación destinados a sus
afiliados, en Ramallo y San Nicolás, con un total de 113 hectáreas que
administraba la Agencia de Bienes del Estado (ABE).
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Cristina saludando a los militantes, luego de los anuncios |
En ese contexto, la presidenta retomó la agenda política y
dio definiciones sobre un abanico de temas: cuestionó la actitud de la prensa y
la dirigencia norteamericana ante la investigación por el deceso de Nisman,
volvió a responderle a la UIA por la crítica a los acuerdos firmados en China, opinó por primera vez sobre la marcha convocada para el próximo
miércoles y, en una encendida defensa al ministro del Interior y Transporte
Florencio Randazzo, que fue acusado de enriquecimiento ilícito por los fondos
buitre, instó a todos los candidatos presidenciales a mostrar sus declaraciones
juradas.
"Los argentinos son gobernados por los argentinos. No
somos un país de cuarta ni una republiqueta bananera. No toleramos presiones de
ningún tipo", aseguró Cristina, en un llamado a que se respete la
soberanía nacional. En alusión a esa actitud de intromisión, hizo un llamado a
la unidad interna de las distintas agrupaciones y sectores que integran el
Frente para la Victoria: "Tenemos que estar más que nunca fuertes, unidos
y organizados porque hay mucho que está cambiando y necesitamos argentinos y
dirigentes políticos, y tener la cabeza muy abierta para este mundo tan cambiante."
Después, con la ayuda de papeles, repasó las principales
noticias de la semana y destacó los resultados de algunas políticas del
gobierno, entre ellas, el programa de cuotas Ahora 12, que prometió extender en
los próximos meses. Tras destacar la
inversión educativa del Estado Nacional para la construcción de escuelas,
grandes refacciones e infraestructura recreativa que había anunciado minutos
antes, remarcó la recuperación de Aerolíneas Argentinas y contó que ahora ocupa
el lugar 22 entre 400 aerolíneas, y además se refirió a los logros en materia
de desendeudamiento. "Argentina es uno de los cinco países de todo el
mundo que ha logrado bajar su ratio de deuda y hoy lo tiene en negativo",
sostuvo.
Al retomar de su viaje a China, aseguró que los convenios
firmados con el gigante asiático representan "una de las inversiones más
importante país-país en la historia". Fue entonces cuando mencionó que
durante su ausencia hubo "fuertes discusiones" internas en la UIA.
Señaló que hubo un sector de esa entidad, al que vinculó con Techint, que
reprobó los acuerdos con China, pero lo vinculó con una actitud de "mucha
ideología".
Al término de la cadena nacional, la presidenta habló ante
los militantes que la esperaban en el patio de los Patriotas Latinoamericanos,
en ese intercambio que se volvió un clásico de los anuncios realizados en la Rosada,
pero que en los últimos tiempos se había visto impedido por la lesión sufrida
por la jefa de Estado.
Ya sin la bota ortopédica, Cristina en el balcón, aclaró que –a pesar de que todos los patios estaban repletos– hablaría sólo al
de los Patriotas Latinoamericanos porque aún no puede estar mucho tiempo
parada.
Luego de decirles a los jóvenes que "los
necesitaba", apuntó contra quienes "intentan tergiversar cosas".
"Nosotros nos quedamos con el canto y a ellos les dejamos el silencio, que
es porque no tienen nada que decir o porque no pueden decir lo que
piensan", dijo. Acto seguido, insistió con una definición en la misma
línea: "Somos el amor por la Patria, el amor por el otro. Dejemos que los
demás tengan odio. El odio termina enfermando."
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El patio de los Patriotas Latinoamericanos |
En el Patio, plagado de banderas y color, retomó el pedido
de respeto a la soberanía nacional y los militantes presentes le respondieron
con una ovación y un pogo multitudinario. Desde allí, surgió un clásico:
"Patria sí, colonia no." Atenta, la presidenta respondió: "Esa
consigna pasada de moda, vuelve a cobrar actualidad, cuando nos quieren marcar
la cancha desde afuera. Ya no hay espacio político para que nadie venga a
darnos instrucciones, ya no hay más Braden en la Argentina", en referencia
al embajador estadounidense que se enfrentó a Juan Domingo Perón. Su mensaje terminó
con un "¡Viva la patria!", cargado de coyuntura política.