Excluir las revelaciones sobre Nisman como asuntos privados
soslaya el uso del más grave ataque terrorista de la historia argentina para
obtener réditos económicos y políticos. ¿Con qué chicas iba a salir el último
sábado? Su vulnerabilidad a la extorsión resignifica su última semana de vida,
cuando se lanzó de lleno a la campaña electoral. Esta utilización de la causa
no cesó con su muerte. La exposa, la madre y las viudas políticas, el penoso
rol de la justicia y la burla a las víctimas.
Por Horacio Verbitsky
El miércoles 18 Sergio Bergman, Nelson Castro y Jacobo Kovadloff presentaron en público la asociación civil Memoria Nisman. Para ello convocaron a un acto en la Plaza Lavalle, frente al palacio de Tribunales de la calle Talcahuano, donde prometieron volver a reunirse los días 18 de cada mes.
El miércoles 18 Sergio Bergman, Nelson Castro y Jacobo Kovadloff presentaron en público la asociación civil Memoria Nisman. Para ello convocaron a un acto en la Plaza Lavalle, frente al palacio de Tribunales de la calle Talcahuano, donde prometieron volver a reunirse los días 18 de cada mes.
La fecha y el escenario de la
convocatoria son los que instalaron los familiares de las víctimas del atentado
a la DAIA reunidos en la asociación Memoria Activa, de la que Bergman formó
parte. En marzo de 1996 sus compañeros de Memoria Activa leyeron un artículo de
Bergman en un periódico comunitario judío. Decía que se retiraba de la Plaza
Lavalle y de Memoria Activa, que la presencia los lunes en la plaza ya no
servía de nada, que lo que habría que hacer “era enterrar la causa AMIA en esa
plaza”. Hasta entonces “era uno de los voceros, hablaba todos los lunes. Lo que
hizo pasó a la larga lista de traiciones dolorosas que sufrimos a través de los
años, siento que además fue cobarde, lo hizo de repente, sin darnos ninguna
explicación”, rememora Diana Wassner, cuyo esposo Andrés Malamud fue uno de los
85 muertos en el edificio de Pasteur 633 el 18 de julio de 1994.
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El acto en Plaza Lavalle con el rabino Bergman |
Castro alegó que Nisman fue
víctima de un magnicidio institucional, la afirmación dogmática de la exposa
del fiscal, la jueza Sandra Arroyo Salgado. En su caso, y en el de la madre del
fiscal, Sara Garfunkel, es obvio el interés patrimonial, ya que ningún seguro
de vida cubre el suicidio. En la misma línea, y por sus propias razones, el
gobierno de Israel sostuvo en el acto por los 23 años del atentado a su
embajada que Nisman pagó con su vida el intento de llegar a la verdad. Por eso
el fiscal fue sepultado en el sector del cementerio comunitario destinado a los
héroes de Israel. Otro tanto pretenden las organizaciones de lobby
estadounidenses, efectores de los servicios de Inteligencia o de la derecha
republicana más extrema, que han tomado el Capitolio como teatro de operaciones,
con el respaldo del filántropo emplumado Paul Singer.
Pero nada de eso surge de la
causa que instruye la fiscal Viviana Fein, caratulada hasta hoy como muerte
dudosa. No hay en ella elementos irrefutables para considerar que se suicidó,
pero menos aún para decir que lo mataron. Si la investigación culminara con la
primera hipótesis, ¿sus restos serían trasladados al confín del cementerio,
reservado a quienes se quitaron la vida? Improbable, porque eso implicaría un
respeto por la verdad que hasta ahora no se ha manifestado en ese grupo
familiar y político.
MENTAR EL PROSTÍBULO
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Santiago Kovadloff, un intelectual de la oposición |
Es verdad que el muerto no puede
defenderse, pero eso sólo le ahorra el sofoco de un balbuceo inconducente,
porque las imágenes son tan explícitas que no bastarían mil palabras para
conjurarlas. Y también se evita el juicio por malversación que le hubiera caído
de conocerse estos hechos en vida. Si el fiscal general Germán Moldes denunció
a la procuradora del Tesoro Angelina Abbona por peculado a raíz de los escritos
en defensa del Poder Ejecutivo que le presentó al juez Rafecas sobre el
Memorandum de Entendimiento con Irán, que Nisman consideraba delictivo, ¿qué
cargos hubiera formulado por los reintegros que Nisman exigía a algunos
empleados de su fiscalía, por sus viajes en primera a resorts de lujo con sus
amigas mimosas, en días de trabajo sin licencia ni vacaciones, que cobraba
doble, o por el pago a su nutricionista con un cargo en la fiscalía? Nunca se
sabrá, porque la muerte extingue el delito. Pero cuando se comenzaron a conocer
esos hechos, Moldes gruñó que eran cuestiones de la vida privada que no se
ventilaron antes de que Nisman denunciara a la presidente. Ni antes de que lo
encontraran sin vida en el baño, claro, porque sin su muerte no se hubieran
abierto sus archivos, con las constancias de su vulnerabilidad ante cualquier
extorsión.
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La fiscal Viviana Fein |
La exposa de Nisman pidió que se
preservara la intimidad. Es razonable, si se piensa en las hijas menores, que
Sandra Arroyo Salgado representa en la querella. Es comprensible. Pero,
¿alguien se preguntó qué pensarían o sentirían las víctimas del atentado al ver
por qué canaleta se escurrían los fondos asignados a la investigación, por
decirlo con las palabras de Ernesto Sánz?
AMIGAS DIURNAS Y NOCTURNAS
“A diferencia de Bergman, Nisman
no nos desilusionó, porque desde el principio no confiamos en él”, responde
Diana Wassner de Malamud, cuya actividad se concentra en impulsar el juicio por
encubrimiento en el que deberán defenderse los procesados Carlos Menem, Carlos
Corach, Hugo Anzorreguy, Juan Carlos Anchezar, Fino Palacios, Carlos Castañeda,
Juan Galeano, Eamon Mullen, José Barbaccia, postergado una y otra vez por la
reticencia del presidente del Tribunal designado, Jorge Gorini, quien no acepta
iniciarlo antes de las elecciones presidenciales, pese al reclamo de premura de
las víctimas, respaldado por la presidente de la Cámara Federal de Casación
Penal, Ana María Figueroa, y la Corte Suprema de Justicia.
“Su vida personal no me interesa
para nada, las cosas que fuimos sabiendo desde su muerte muestran sus manejos
espurios dentro de la UFI AMIA. Es claro, y así lo denunciamos en reiteradas
oportunidades, que Nisman lejos estaba de representar los intereses de las
victimas, sino sus propios intereses (hoy queda más claro esto), y los
intereses de todos los que trabajaron y trabajan para que no sepamos la verdad
y para que jamás tengamos justicia. Me entristece, porque se perdió el tiempo
miserablemente, porque por acción u omisión los diferentes poderes del estado y
los sucesivos gobiernos lo sostuvieron porque les fue útil. Le fue útil a los
dirigentes de las instituciones de la comunidad judía diciendo siempre lo que
todos querían escuchar.”
Con tanta amargura como lucidez,
concluye: “Siempre dije que la causa AMIA sólo sirvió para enriquecer a muchos,
que han vivido de esta causa a través de estos 21 años. Hemos visto, como en un
desfile de modas, personajes que pasaron a vestirse con trajes de seda. Hemos
visto a Nisman, junto a [la abogada de la DAIA Marta] Nercellas y a [su
director general Alfredo] Neuburger, en reuniones de gente acomodada, juntar
dinero para ‘la causa’. Demasiados se llenaron los bolsillos y salieron de
fiesta. Nisman fue uno más, y pese a que denunciamos su incapacidad para llevar
adelante esta causa, nadie hizo nada. Uno se viene a enterar ahora que entregar
la mitad del sueldo es una práctica ‘usual’. Es más que lamentable, es abuso de
poder y un delito. Lástima que ya no pueda ocupar un lugar en el banquillo de
los acusados del encubrimiento”.
Al primer acto de la flamante
asociación asistieron las amigas diurnas del fiscal. Si el 18 de abril se
acercaran también sus amigas nocturnas tal vez la asistencia sería más digna,
en cantidad y calidad, de la memoria de San Nisman Mártir.
PORNO A LOS 60
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El atentado que aún permanece impune |