Reproducimos el texto completo del documento leído por el Foro Contra la Impunidad y por la Justicia, un colectivo de organismos de derechos humano y organizaciones políticas, gremiales y sociales, en el acto realizado el 24 de marzo en la ciudad de Santa Fe.
"Un nuevo 24 de marzo nos reúne en
esta plaza para expresar nuestro más absoluto repudio a ese día en que comenzó
en nuestro país la página más negra en la historia del pueblo argentino. Si
bien el terrorismo de Estado había comenzado tiempo atrás de la mano del
Operativo Independencia, la ocupación de Villa Constitución y el accionar de la
Triple A, al usurpar el gobierno, las FFAA, llevaron el mismo a límites jamás
vistos en nuestra Patria. Comenzaba a desarrollarse el genocidio que tenían
previsto para disciplinar a la clase obrera y el conjunto del pueblo argentino
y llevar adelante los cambios en la estructura productiva y de poder que
convertiría a la oligarquía financiera en el sector dominante entre las clases
propietarias.
A treinta y nueve años de aquel
aciago día estamos acá presentes para que se escuche nuestro grito en todos los
rincones del país expresando nuestro orgullo y la más absoluta reivindicación
de los IDEALES, LOS SUEÑOS Y LA LUCHA DE NUESTROS QUERIDOS TREINTA MIL
COMPAÑEROS Y COMPAÑERAS DETENIDOS DESAPARECIDOS.
Estos HIJOS, PADRES, HERMANOS,
COMPAÑEROS o simplemente HOMBRES y MUJERES de nuestro pueblo que dieron todo de
sí, hasta la vida, en su lucha contra el privilegio de unos pocos para
construir una Argentina para TODOS donde el hombre no sea el lobo del hombre
sino su compañero y hermano; siguen siendo nuestro FARO y nuestra GUÍA. Quienes
nos marcan permanentemente el camino con su maravilloso ejemplo de amor y de
lucha por todos los HAMBRIENTOS DE JUSTICIA
que genera el capitalismo junto al imperialismo, con sus políticas de
explotación, opresión y miseria.
Desde la constitución de nuestro
Estado Nacional las clases dominantes, ligadas fundamentalmente en aquel
momento a la propiedad de la tierra, se adueñaron de la conducción del mismo a
través de la digitación de los distintos gobiernos. Pero la lucha del pueblo
argentino por la ampliación de sus derechos conquista el voto universal y
obligatorio primero y el voto femenino años más tarde. Esto permite el ascenso
al gobierno de expresiones políticas con fuertes contenidos populares
transformándose en un estorbo para los intereses de dichas clases dominantes.
Es entonces que surgen en nuestro país los golpes militares. La incapacidad de
esa oligarquía de construir una fuerza política propia que expresara sus
intereses y contara con el apoyo popular que le permitiera llegar al gobierno
por la vía de las elecciones la lleva a constituir junto a un sector de la
oficialidad de las FFAA el “Partido Militar”. Este hecho inaugura desde el 6 de
septiembre de 1930 al 10 de diciembre de 1983 una etapa signada por los golpes
militares.
La ferocidad y el horror desatado
por la última dictadura Cívico–Militar está estrechamente ligado al nivel de
conciencia y de organización que habían alcanzado grandes sectores del pueblo
argentino a través de sus organizaciones sindicales anti burocráticas y
clasistas, organizaciones estudiantiles, villeras, cristianas, de campesinos,
organizaciones revolucionarias e incluso armadas que habían amenazado como
nunca antes el poder de las clases dominantes. Treinta mil
Detenidos-Desaparecidos, alrededor de 400 Centros Clandestinos de Detención y
Tortura, 500 niños apropiados, seis mil asesinados, 10 mil presos políticos y
cientos de miles de exiliados; fue tal el horror que la reacción de la sociedad
parece haber clausurado al menos por el momento el golpe militar como vía de
acceso al poder.
El fracaso de la guerra de
Malvinas, que provocó una nueva masacre de la juventud argentina, la lucha
inclaudicable de los Organismos de DDHH y la creciente resistencia obrera
fueron las causas fundamentales del retorno a la democracia.
Esa democracia que renacía, dio
algunos pasos importantes en los Derechos Humanos con el Juicio a las Juntas
militares, aunque en el marco ideológico de la teoría de “los dos demonios”.
Luego se producen los retrocesos con las leyes de la impunidad, y más tarde con
los indultos. Políticas que no casualmente vinieron de la mano del
neoliberalismo económico inaugurado por la dictadura, incluso con sus propios
personeros.
Nuestras luchas de resistencia no
lograron impedir esos retrocesos, pero permitieron mantener en alto las
banderas de Verdad y Justicia, para que después del 2001 iniciaran un camino de
ascenso en la política argentina. Con el cambio político que permitió que en
2003 se anularan las leyes y decretos de la impunidad, que se abriera el camino
a los juicios de Lesa Humanidad y se profundizaran las acciones para la
recuperación de los hijos de desaparecidos apropiados por la dictadura. Juicios
que posicionaran a nuestro país como ejemplo inédito de Justicia a nivel internacional.
En
los años 90 las políticas de impunidad
se correspondieron con las “relaciones
carnales” con el Imperio, entrega del
patrimonio nacional y exclusión
social. A partir de 2003 la política de
Estado en Derechos Humanos va de la mano
de importantes conquistas sociales y de recuperación de soberanía nacional.
En esta
democracia todo está en disputa
en forma permanente. Más allá de la mayor o menor valoración que hagamos de los
avances conquistados hasta ahora, no
podemos ignorar que son dos rumbos opuestos los que están en juego. O se sigue
avanzando y se profundizan las políticas de derechos humanos, de soberanía y de
igualdad social, o se retrocede en todos estos logros.
Las
corporaciones del Poder Económico, que siguen siendo dominantes en la
estructura productiva de nuestro país, y que suelen actuar en forma solapada,
fueron quienes nos impusieron las políticas de dependencia, saqueo, exclusión
social e impunidad. Así como en otros tiempos recurrieron una y otra vez al
llamado “Partido Militar” para conculcar la voluntad ciudadana, hoy se apoyan
en una sólida alianza entre el sector dominante en el Poder Judicial y la
corporación mediática hegemónica.
El
Poder Judicial impidió, mediante sucesivas medidas cautelares, la aplicación de
la Ley de Medios Audiovisuales. Y tiene
paralizada la causa “Papel Prensa”, para mantener la impunidad de los
personeros de estas corporaciones , sobre los que pesan denuncias de complicidad
con delitos de lesa humanidad durante la dictadura, que les entregó ilegalmente
el dominio del mercado del papel de diario. Una transferencia de acciones que
se realizó bajo secuestro y torturas a la familia Papaleo, las que han sido
claramente acreditadas en la Justicia.
No
es casual entonces que estos medios
hegemónicos hayan puesto toda su estructura al servicio del
sector judicial y político que se opuso a una reforma democrática del Poder
Judicial, un sector que sustenta los más irracionales privilegios, que avanza y
pretende gobernar el país desde sus oficinas, convertidas en pequeños feudos
vitalicios.
Los que ahora pretenden ponerse
la camiseta de la Justicia, del brazo
del arco opositor a las políticas de Memoria Verdad y Justicia. Es este sector
del Poder Judicial enquistado en la Cámara de Casación que libera a los
represores condenados por los propios tribunales federales, que revocó el
procesamiento de Blaquier (dueño en Jujuy del
ingenio Ledesma ), jueces que dictan falta de méritos como en el caso de
Massot, director del diario “La nueva
Provincia” de Bahía Blanca, estos dos genocidas son parte de la pata civil del
terrorismo de estado, que no están dispuestos a condenar y en la Corte Suprema de Justicia, o lo que
queda de ella, que niega el carácter de delitos de lesa humanidad a las
brutales torturas a que fueron sometidos
soldados en Malvinas.
Los
golpes militares o cívico-militares son hoy los menos frecuentes en América
Latina. Las corporaciones recurren centralmente a la manipulación informativa
del Poder Mediático, en alianza con una mayoría parlamentaria, cuando la
tienen, como en el golpe institucional que destituyó al presidente Fernando
Lugo en Paraguay. O con sectores policiales, como intentaron en Ecuador contra
Rafael Correa. El intento de golpe en Brasil, pidiendo la destitución de su
presidenta Dilma Rousseff, apelando en cada uno de estos lugares a ganar
las calles, disfrazando sus intenciones como si fueran movilizaciones
populares.
O con la utilización de mercenarios
paramilitares como en Venezuela en 2014.
Siempre del brazo de la CIA norteamericana que opera detrás de estas
acciones, tal como lo denuncia el presidente Rafael Correa en Ecuador, ante las
recientes manifestaciones violentas de la oposición.
Hoy les llaman “golpes blandos” o
“golpes suaves”. Cuándo no funcionan estos mecanismos, el Imperio
recurre a las “sanciones” económicas y a la amenaza directa de intervención militar,
como ocurre hoy con la hermana república bolivariana de Venezuela.
Amenaza
que es para toda América Latina, a la que quieren convertir en un escenario de
guerra como en otras latitudes. Siempre por el control de los recursos
naturales, en particular del petróleo en el caso venezolano.
Argentina
no es la excepción, desde 2008 vivimos
distintas situaciones desestabilizadoras, primero con el paro agropecuario, luego con el
amotinamiento de la gendarmería,
continuaron las policías provinciales, que produjeron caos y saqueos en
varias provincias. Ya el año pasado
primero un intento de “golpe de mercado”
a comienzos del año, y luego con los “Fondos Buitres”.
Apenas amanecido el año comienza un nuevo
proceso golpista alrededor de lo que podemos llamar “caso Nisman”
Siempre la misma técnica: detrás
de un hecho aparece la prensa
hegemónica, amplificando, ocultando, manipulando o mintiendo escandalosamente.
Los políticos “salvadores”, van a la cola,
subiéndose en forma oportunista a la cresta de la ola para ver quien es más
hábil para llevarse el rédito político.
Aunque,
los medios hegemónicos oculten y tapen con cortinas de humo a amplios
sectores de la población, los verdaderos debates y disputas que están presentes
en la sociedad. Por más que traten de eludir las definiciones públicas, por más
que eviten declarar lo inconfesable de sus intensiones, nosotros tenemos
memoria
Por
eso reafirmamos que los verdaderos ejes de debate de hoy son:
- Si queremos seguir avanzando y
profundizar las políticas de Derechos Humanos o queremos volver a la impunidad
de los 90.
- Si queremos avanzar y
profundizar las políticas de Inclusión Social, o queremos nuevos “ajustes” y
desocupación.
- Si queremos más y mejor
educación pública, o queremos aranceles universitarios y educación segmentada
para privilegiados.
- Si queremos fortalecer la
unidad latinoamericana con el Mercosur, la CELAC y la UNASUR, o queremos el
ALCA y las relaciones carnales con el Imperio.
- Si queremos libertades para el
accionar de las organizaciones sociales, o queremos represión.
- Si queremos un Poder Judicial
democrático y al servicio del pueblo, o un Poder Judicial vitalicio,
privilegiado y subordinado a las corporaciones.
En nuestra provincia y en esta
ciudad, acabamos de revivir todo lo pasado
y sufrido por nuestro pueblo con
las inundaciones, por subidas del río o por lluvias, una vez más, los sectores
más postergados son los más castigados.
Faltan obras fundamentales una y otra vez prometidas pero nunca ejecutadas. El municipio y la provincia
nos deben una respuesta en hechos y no
en palabras.
Nuestra queridas Madres como
siempre nos señalan el camino, hace algunos años acuñaron y nos dejaron como
legado la consigna “NI UN PASO ATRÁS” por eso desde esta plaza llamamos a todos
los hombres y mujeres honestos y democráticos a decirles a aquellos que se
proponen como candidatos sean presidenciales, a gobernadores, intendentes,
diputados, senadores o concejales; QUE NO ESTAMOS DISPUESTOS A RETROCEDER
Y POR ESO EXIGIMOS:
- LA DEROGACIÓN DE LA LEY ANTITERRORISTA.
- LA DESTITUCIÓN Y ENJUICIAMIENTO
DEL GENERAL CESAR MILANI.
- APARICIÓN CON VIDA DE JULIO LÓPEZ
– JUICIO Y CASTIGO A LOS CULPABLES DE SU SECUESTRO.
- JUSTICIA PARA SILVIA SUPPO.
- NI UN PASO ATRÁS EN LA
PROSECUCIÓN DE LOS JUICIOS POR LOS DELITOS DE LESA HUMANIDAD. POR EL JUICIO Y
CASTIGO A LOS CULPABLES CON CÁRCEL COMÚN PERPETUA Y EFECTIVA PARA TODOS LOS
GENOCIDAS MILITARES Y CIVILES.
- NI UN PASO ATRÁS EN LA INVESTIGACIÓN
DE LA RESPONSABILIDAD DEL PODER ECONÓMICO EN EL TERRORISMO DE ESTADO.
- NI UN PASO ATRÁS EN LA POLÍTICA
DE DERECHOS HUMANOS QUE NOS PERMITA LA RECUPERACIÓN DE LOS 400 NIÑOS
SECUESTRADO, HOY HOMBRES Y MUJERES, QUE AÚN NOS FALTAN.
- NI UN PASO ATRÁS EN LAS POLÍTICAS
SOCIALES.
- NI UN PASO ATRÁS EN LA DEFENSA Y
PROFUNDIZACIÓN DE LA DEMOCRACIA.
- POR UNA ARGENTINA MÁS JUSTA COMO
LA QUE SOÑARON Y POR LA QUE DIERON SU VIDA NUESTROS 30 MIL COMPAÑEROS Y
COMPAÑERAS DETENIDOS-DESAPARECIDOS, NI UN PASO ATRÁS."
FORO CONTRA LA IMPUNIDAD Y POR LA
JUSTICIA