En medio del ataque del gobierno contra la Ley de Medios y
la intervención de la Afsca, Víctor Hugo Morales hizo su programa en el aire de Radio La Red.
De esta manera, y después de ser
expulsado de Radio Continental, el prestigioso periodista armó su programa
"La Mañana" junto a Cynthia García, Adrián Stoppelman y Matías Canillán.
El programa especial se llamó
"La mañana en el exilio" y el conductor de La Mañana junto a su
equipo habló del primer año de gestión de Mauricio Macri como tenían previsto
el lunes antes de ser despedidos de Radio Continental.
Víctor Hugo Morales también se
refirió a la continuidad de sus programas en Radio Nacional: “Hoy se dieron a
conocer declaraciones del representante del gobierno en los medios. Un Gobierno
que avasalla la República y la democracia. Las declaraciones de Lombardi se
refirieron a mi continuidad en la Radio Pública. Considero que las mismas se
hicieron en el sentido de que la continuidad de este programa en la Radio
Pública demuestra un respeto hacia la libertad de prensa de su parte y eso es
lo que me llevan a abandonar el mismo. Abandono este espacio al cabo de 18 años
de hacerlo gratis.
El mismo funcionario, Hernán
Lombardi, sugirió la existencia de “sueldos escandalosos” de colegas de 678 y
Radio Nacional; es el mismo que vació a la querida FM Nacional Rock. Este
funcionario pasa por alto lo que ahora puede constatar con sus propias
herramientas: he trabajado gratuitamente para el estado durante todos estos
años…He pagado a la producción durante 17 y recién el último año por la gestión
del querido Pablo Kohan ese aspecto estuvo a cargo de la radio.
Me hice cargo, salvo
inconvenientes técnicos, de los gastos derivados de llamadas largas cuando hice
el programa desde el exterior por mis viajes.
He soportado que esbirros de los
grupos mediáticos dominantes y otros voceros del odio dijeran que ganaba
fortunas en estos programas. Han mentido. Y ahora, el Señor Lomabardi pretende
usarme para vender pluralidad, lo cual es el colmo del cinismo.
Pluralidad para anunciar una
querida sinfonía de Mozart o un tango de Piazzola, esa es la libertad que
pueden concederme. También se las obsequio como mi trabajo de entusiasta
divulgador de los talentos musicales de la argentina.
Me ofende el descarado pedido de
complicidad que sugiere la idea de Lomabardi…
A mis colegas locutores y
periodistas, a los operadores, a los compañeros de producción los oyentes, mi
abrazo e infinita gratitud.”