El gobierno les ofreció a los maestros un
aumento del 40 por ciento para el sueldo inicial. El ministro Bullrich les propuso a los gremios llevar a 8500 pesos el salario inicial.
Por Laura Vales
Los dirigentes docentes
explicaron que el inicio o no de las clases depende ahora de las negociaciones
en cada provincia.
El Gobierno y los gremios
docentes acordaron un aumento que llevará el salario inicial de los maestros a
7800 pesos en febrero y a 8500 en julio, desde los actuales 6060. Como parte de
su propuesta, el Estado nacional incrementó el Fondo de Incentivo Docente, lo
que habilitará a las provincias a hacer mejores ofertas salariales. La
propuesta que permitirá cerrar la paritaria nacional implica una recomposición
del 40 por ciento del salario inicial, número que está muy por encima del techo
del 25 por ciento que el presidente Mauricio Macri y su equipo económico
intentaron instalar al inicio de la discusión. Los docentes rompieron así el
techo en la paritaria nacional, con un acuerdo que facilita además que logren
lo mismo las provincias.
De hecho, anoche estaba avanzando
la negociación con la gobernación de María Eugenia Vidal –donde según fuentes
gremiales estarían acordando una mejora del 34 por ciento– y la de la Ciudad de
Buenos Aires -en este caso, el aumento va del 33 al 37 por ciento-. La
expectativa es que ahora puedan seguir el mismo camino distritos como Córdoba,
Santa Fe, Mendoza y Tierra del Fuego, en las que ya hay paros anunciados.
El ministro de Educación, Esteban
Bullrich, acompañado por su par de Trabajo, Jorge Triaca, formalizó el anuncio
anoche, poniéndole un final a la paritaria docente más incierta de la historia.
La semana pasada, Bullrich había ofrecido esta mejora del 40 para el salario
inicial (que es tomado como salario testigo por el resto del país), pero antes
de firmar el acta correspondiente, ante las quejas de los gobernadores, que
plantearon que no podían afrontar esa suba, el ministro dio marcha atrás y
sostuvo que, en realidad, tenían que acordarse primero las paritarias docentes
provinciales (“y las provincias no pueden más que 25”, agregaría luego Macri).
A continuación, los gobernadores suspendieron todas las negociaciones locales,
o continuaron ofertando menos del 25, hasta anoche. “Creo que lo que pasó en la
paritaria nacional, que tuvo tantas interferencias, fue un intento de
desprestigiar la negociación, que para nosotros es una lucha de muchos años,
que viene desde la Carpa Blanca. Por otro lado, hubo una intervención directa
del gobierno nacional para ponerles un techo a las paritarias provinciales, y
ese es el motivo por el que hoy, a solamente un día hábil del comienzo de las
clases, hay conflictos abiertos”, señaló a Página/12 Sonia Alesso, titular de
la Ctera. “Reconocemos que finalmente hubo un esfuerzo de la Nación en aumentar
el Fondo de Incentivo Docente, pero tenemos que decir que si se hubiera
acordado antes, si no se hubiera intentado instalar que el techo de la
paritaria debía estar entre el 20 y el 25, no hubiéramos llegado a esta
situación.”
¿De qué depende ahora que las
clases el lunes comiencen en todo el país? “Del esfuerzo que hagan los
gobernadores”, contestó desde el Sadop María Lazzaro. La titular del sindicato
de los docentes privados explicó que sólo las siete provincias de menores
recursos tienen garantizado cubrir los sueldos docentes –porque reciben un
fondo compensatorio–. “Provincias como Santa Fe, Córdoba, Fe, Mendoza y Neuquén
están entre las más ricas, tienen condiciones de elevar la propuesta salarial,
por eso los llamamos a que hagan una propuesta acorde”.
La oferta para la paritaria
nacional todavía debe ser votada por los congresos de los cinco gremios con
representación nacional (Ctera, UDA, Sadop, AMET y CEA), pero sin dudas será
aprobada por la mayoría de ellos.
Sergio Romero, secretario general
de UDA, que este año vino mostrando las posturas más duras, consideró que “no
es el salario óptimo, pero avanzamos muchísimo”.
Del paquete de mejoras, la
novedad que se agregó ayer, y de manera más que sorpresiva, fue el aumento del
Fondo de Incentivo (Fonid). Este fondo se reparte igualitariamente entre todos
los maestros del país, como una suma fija por cargo, y tiene el objetivo de
mejorar lo que pagan las provincias, ya que desde los 90, cuando el menemismo
pasó las escuelas a las gobernaciones, y los sueldos quedaron a cargo de cada
distrito.
“Lo que hemos estado trabajando
estos días con distintas provincias es aumentar el aporte que la Nación está
haciéndoles a través del Fonid”, explicó en este sentido el ministro Bullrich.
“Habíamos propuesto que el Fonid aumentara 300 pesos a partir del 1º de febrero
y 500 en julio. Ahora le agregamos 400 pesos en febrero, y 200 más en julio.
Con esta propuesta garantizamos que todos tengan un aumento significativo.”
Queda claro que, además del
incentivo docente, el gobierno nacional acordó con algunos distritos respaldo
para mejorar sus propuestas. En los hechos, inmediatamente después de firmada
el acta por Bullrich, la provincia y la Ciudad de Buenos Aires, ambas
gobernadas por el PRO, convocaron a los dirigentes locales para hacerles una
propuesta sustancialmente mejor que la que venían sosteniendo. Horacio
Rodríguez Larreta, en la Capital, pasó por ejemplo de un 22 al 37 por ciento,
un salto de nada menos que 15 puntos.
Otro punto destacable del acta es
que establece que la paritaria quedará abierta, es decir que podrá ser revisada
de acuerdo a la inflación. El ministerio abrirá un espacio de trabajo para tratar
la situación de los docentes de los planes socioeducativos, como el Fines –de
terminalidad de los estudios primarios y secundarios– o las orquestas
juveniles. Estos son programas en los que los maestros y profesores están
contratados, por lo que carecen de estabilidad laboral. Finalmente, también se
dará seguimiento al tema de la capacitación docente gratuita.
Fuente: Página 12